Roberto Piva
(Brasil 1937-2010) Su primera publicación importante fue en la Antología de los Novísimos (San Pablo: Massao Ohno, 1961). Publicó Paranoia (1963); Piazzas (1964); Abra los ojos
y diga Ah! (1976); Muslos (1979);
20 poemas con brócoli (1981); Quizumba (1983), Antología Poética (1985) y Ciclones
(1997).
Selección y traducción por Gladys Mendía
De Piazzas, 1964
Materia
& clarinete
Las panteras de las plumas & las folladas de las estrellas
en un fuselaje sin salida
un pelícano de tiempo en tiempo grazna el mar de los
ambulantes
noche infantil de corazones blancos
heridas disminuidas en la inmóvil queja entre la sopa
& el tenedor de polaroid
las canteras de los clavicordios en oblicua oración bajo los
dientes
una breve languidez & velas creciendo
Heliogábalo
I
El eros
quiere el contacto,
pues tiende
a la unión,
la
eliminación de los límites espaciales
entre el Yo
y el objeto amado.
Sigmund Freud
En el gran tejado de carne la mano Cuadrilátero palpitaba su aureola en
torno al minúsculo huevo de hueso negro
tus ojos extendidos sobre las mismas órbitas de hojas el soplo rítmico de todas las ventanas
rozando muchos periscopios en la superficie de tu boca inflamada yo estaba listo a deshacerme como un ojo
sonoro dentro de un reloj sumergido donde las algas clavaran sus uñas de sueño
vegetal en la colina herida del corazón.
Algunas rupias perdidas entre un peñasco de nácar, picaflores acuáticos
con plumas caníbales & anos de perla avanzaban al mismo tiempo que mis
tristes palpitaciones. Miedos de una
alucinación feroz en giros excéntricos por las bodegas de los viejos navíos
donde fui sacado en segmentos perpendiculares a los rincones arqueados de las
rodillas mientras tus vísceras me envuelven & yo me quedo prisionero para
siempre. Un dulce sofoco nos hace
levitar a través de las ondulaciones crispadas en el estómago del GRAN POLVO.
Mi boca presa a tu nuca de seda roja en los abismados en el chorro líquido de
lilas & violetas. Así transformados en ESTRELLA tus pestañas – lanza-
llamas incineran mi cuerpo al nivel de la Luna. Hotel de caricias – pelusas al alcance de
las alas arbóreas y sollozos arrastrados por los barrancos encasillados,
bulevárdicos. Tus manos azules son un
contrapeso, un solo distante inanimado de un saxofón en un desierto de besos. Nuestras
bocas sólo ahora medio despiertas hacen pasar pájaros en bandadas bajo la piel.
Nuestro destino es construir palacios sensoriales en las playas oscuramente favorables. Una botella a la deriva me seduce de paso en
aquel espasmo de la vigilia como el chico heráldico hastiado en una garra que
avanza & que juega. Cinco golpes
en las bisagras de los corazones todas las tardes sobre patios y jardines en
tropel en una Flor Roja (tu único suspiro) alerta en las águilas de miel
subyacentes en todas las direcciones. El trópico de dolor concibe un magnetismo
especial, burbujeante cuyos pétalos son cisnes & alambiques que caen de las
nubes. En las plazas desiertas a los
estertores se extienden monumentales.
La cabellera química en las hendiduras de las lámparas ornamentales
inscribe el ligero sollozo de ANGEL NAMOR en una galería de niños-soles
simétricamente fascinados.
II
Corre el
río de mi amor
hacia lo
insuperable!
Cómo no
encontraría un río
finalmente
el camino del mar?
Nietzsche
Nunca más saldré. Los puentes
incandescentes contornan frágilmente la pista de tu corazón bordado a fuego. Cuernos
azulados hieren la silenciosa atmósfera donde caen las penas de los dragones
salvajes. Mirando cada punto de la
cantera esquimal yo veo un oblato con el sexo arrancado durante la noche, la
sangre coagulada entre los muslos formando un tenebroso lago Polar. Las alamedas marítimas fajaban un horóscopo
con moluscos-cartomantes embriagados de bombones viejos. La seda nocturna descendía sobre mi cráneo
con un espejo de Amor. Nosotros todavía escapábamos una vez a los terremotos de
silencio anaranjado demencia enamorada
encerrándonos en una concha en el largo párpado del bosque. ¿Serás tú el pequeño príncipe minotauro
cuyos guantes de frenesí atraviesan el cielo? ¿Serás tú Anubis náufrago
adornado con pañuelos de hortelana?
Poco a poco los trapecios de neón a través de las cejas cerradas de la
media noche. Los ojos de los pájaros
carnívoros abandonaron peligrosamente sus dulces órbitas vacías. Cortinas de lluvia suave depositan su polen
luminoso en las ancas crispadas de Amianto.
Una rosa giratoria en permanente destrucción sobre los caminos del vals
salpicaba perfumes en las gargantas puntiagudas del Otoño de bárbaros. El sol levantaba su pabellón
oscilatorio. Planetas de crema
explotaban. En las emanaciones de los
velones de alabastro, flotaba un chico de belleza Azul.
III
Ciertos arcángeles ahuecados como lacras se agrupan en una danza de
alas. El color del mundo es un pulmón
verde claro. El viento indiscutible desfila un largo cometa testigo del tremor
lunar bajo mis huesos. Las voces se
mezclan en el caparazón de la tortuga hasta la más tierna altitud (sus ojivas
más simples) en el punto más acústico del corazón de porcelana. En este minuto
los escafandros se inclinaron en las ventanas del océano de cipreses. Un navío
milagroso (su único sobreviviente es un pequeño pirata color de pomarrosa)
cruza la masa híbrida del DILUVIO. La
orquestación de Saturno flecos de luz sobre barracudas balbuceando su creencia
en la vida. El chico-pirata conduce las sangrientas lujurias del León & de
la Risa. De su muslo rubio él arranca
las retinas del Diablo, de su muslo moreno los sueños donde echó su
magnificencia. El horror de ser su presa planta calamares de cristal en mi
memoria recién llegada del fondo del mar. Un ojo gigantesco ultrapasa mi deseo
de flores finas & ciegas.
IV
Je te
connais et t’admire en silence
Rimbaud
Así hablan las medusas en el medio de los relámpagos. Ropajes lechosos deshilachados en sus miradas
friolentas. En los maxilares de las
constelaciones nacen geranios. Vientres
boreales esperando el nacimiento de déspotas que giran cenicientos. Lucha &
vértigo en las mágicas geológicas. Los ejes en la inmensa vibración exaltan la
tinta del follaje seco en la esfera de las trombas marinas un poco a mi
disposición en brillos de Tómbola.
Espinos de carga eléctrica en los túneles de huevos fritos. El barco seguro llevará la tripulación de
protozoarios & banderas. El prepara
mi sorpresa preciosa: enormes manos blancas en los fragmentos de las lágrimas
dilatadas.