MARÍA GABRIELA LOVERA MONTERO (Caracas, Venezuela). Estudió Comunicación Social Mención Audiovisual, en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas y tiene un Máster en Edición de Libros por Universidad de Alcalá. Participó en los talleres anuales literarios del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, en Caracas; de poesía con Arturo Gutiérrez y de narrativa con Israel Centeno. Ha publicado los siguientes títulos: Desvelos, Ediciones Amargord, Madrid (2012); Sabia Vida Savia: manual de irrealismo pragmático, Ediciones Amargord, Madrid (2008); Y de la noche tanto, Editorial 50 de 50, Caracas (2004); Por debajo del viento, editorial El Pez Soluble, Caracas (2000). Ha sido incluida en varias antologías de poesía venezolana. Poemas suyos han aparecido en revistas electrónicas y en papel tanto en Venezuela como en España. Actualmente colabora como Webmaster y Community Manager del Centro de Estudios Gastronómicos CEGA.
Selección por Gladys Mendía del libro Y de la noche tanto (2004)
LA CALLE
La calle se me antoja vacía
En alguna parte
La luz
Ha olvidado rellenar los espacios
Y hasta los árboles lucen trasnochados
Parece que camino por debajo del viento
No existe suficiente impulso
Para las palabras
Nunca la calle había estado tan lenta
Solo un ladrido podría
Partir en dos el aire
Y acelerar mis pasos por la grieta
Pero no hay perros
Solo estoy yo
Y nadie me reclama
En alguna parte
La luz
Ha olvidado rellenar los espacios
Y hasta los árboles lucen trasnochados
Parece que camino por debajo del viento
No existe suficiente impulso
Para las palabras
Nunca la calle había estado tan lenta
Solo un ladrido podría
Partir en dos el aire
Y acelerar mis pasos por la grieta
Pero no hay perros
Solo estoy yo
Y nadie me reclama
LA NIEVE
La nieve tiene muchos nombres
Es inútil buscarlos en un libro
Solo el cuerpo puede distinguirlos
Entre lo que cae o se desliza
Entre lo que abrasa y no consume
Entre lo que duerme
O simplemente calla
Es inútil buscarlos en un libro
Solo el cuerpo puede distinguirlos
Entre lo que cae o se desliza
Entre lo que abrasa y no consume
Entre lo que duerme
O simplemente calla
LAS ESTRELLAS
Las estrellas son las mismas
Siguen tan muertas
Como antes
Contemplo sus cruces en el cielo
Y soy yo la que titila
Cuando niña
Las pensaba vivas
No sabía entonces
Que la muerte
Viaja a la velocidad de la luz
Y perfora la noche
Siguen tan muertas
Como antes
Contemplo sus cruces en el cielo
Y soy yo la que titila
Cuando niña
Las pensaba vivas
No sabía entonces
Que la muerte
Viaja a la velocidad de la luz
Y perfora la noche
EQUILIBRISTAS
Somos equilibristas
Intentamos no caer
Del hilo de vida en nuestras manos
Distribuimos el peso de nuestros corazones
Lo mejor que podemos
Y avanzamos
De cara al temblor
Intentamos no caer
Del hilo de vida en nuestras manos
Distribuimos el peso de nuestros corazones
Lo mejor que podemos
Y avanzamos
De cara al temblor
PÁJARO
Estoy hecha un pájaro
Me es imposible verte
Anido en hendiduras celestes
Vuelo al ras del sueño
Es inútil llamarme
Por encima del mundo
Las cosas carecen de nombre
Cuando canto
No lo hago desde las palabras
Todo es más sencillo
Sin ellas
Lo que vive
Se hace y deshace en el viento
Lo que muere
Pierde ingravidez
Se desprende del árbol
No sé si me entiendas
Siento vértigo de hundirme en la tierra
Miedo de tener alas
Y estar dentro de casa
Volar es mucho más espacio
Solo hace falta asirse a un pájaro
Y atravesar el cielo
Como se atraviesa el pensamiento
Me es imposible verte
Anido en hendiduras celestes
Vuelo al ras del sueño
Es inútil llamarme
Por encima del mundo
Las cosas carecen de nombre
Cuando canto
No lo hago desde las palabras
Todo es más sencillo
Sin ellas
Lo que vive
Se hace y deshace en el viento
Lo que muere
Pierde ingravidez
Se desprende del árbol
No sé si me entiendas
Siento vértigo de hundirme en la tierra
Miedo de tener alas
Y estar dentro de casa
Volar es mucho más espacio
Solo hace falta asirse a un pájaro
Y atravesar el cielo
Como se atraviesa el pensamiento
EL ORIGEN
Me adentro en el bosque de huesos
Busco el origen de la sangre
Tenso la piel
Alrededor del tímpano
Y me dejo guiar
Por el estremecimiento
Es una danza mi búsqueda
Los pies descalzan el temblor
Alrededor del fuego
Sé que en alguna parte
Manos golpean
Una y otra vez
Mis sentimientos
Son ellas las que arden
Derriten la nieve
Y encauzan la tibieza
Busco el origen de la sangre
Tenso la piel
Alrededor del tímpano
Y me dejo guiar
Por el estremecimiento
Es una danza mi búsqueda
Los pies descalzan el temblor
Alrededor del fuego
Sé que en alguna parte
Manos golpean
Una y otra vez
Mis sentimientos
Son ellas las que arden
Derriten la nieve
Y encauzan la tibieza
LAS FLORES
A Raimundo Pino Merchán
Soy imparcial con las flores
Todas me parecen luminosas
Me acerco a ellas
De puntillas
Nariz y tacto
Enardecida
Imito el zumbido de los cigarrones
Las flores me ignoran por completo
Se tienden al sol
Boquiabiertas
Y aspiran algo diferente del aire
Una cierta dulzura
Que sólo los insectos y pájaros
Elevan
Las he observado largamente
Cómo balancean su belleza
Hasta los ojos
Exhalan ternuras en la noche
Y condensan la brisa
En la efímera punta
De sus pétalos
Todas me parecen luminosas
Me acerco a ellas
De puntillas
Nariz y tacto
Enardecida
Imito el zumbido de los cigarrones
Las flores me ignoran por completo
Se tienden al sol
Boquiabiertas
Y aspiran algo diferente del aire
Una cierta dulzura
Que sólo los insectos y pájaros
Elevan
Las he observado largamente
Cómo balancean su belleza
Hasta los ojos
Exhalan ternuras en la noche
Y condensan la brisa
En la efímera punta
De sus pétalos