ORIETTE D’ANGELO (Caracas, Venezuela 1990). Es Abogada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Participó en el Taller de Poesía (2011) del Instituto de Creatividad y Comunicación a cargo de Eleonora Requena y en el Taller de Poesía (2011-2012) del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Trabaja en el área del Derecho y lleva el blog ‘‘Descendencia y Paradero’’.
Selección de poemas inéditos por Gladys Mendía
Memoria trapecista
Procedemos de un circo
de una memoria trapecista
Cansa ser noviembre y mancha de poema ajeno.
Cansa nuestro tiempo y espacio,
que ahora es distinto.
Cansa el fragmento roto que me une,
la fachada del tornillo que me aprieta,
la sala de espera que soy todos los días.
Cansa serte
Olvidarte
Cansa la humanidad que escondo
en el trapecio que me zumba
al vacío de tus piernas.
Cansa ir de aquí
para allá
Ser todos los lugares
y a la vez ninguno.
Memoria cansada en tu vaivén
Cerebro cansado de tantos olvidos
Deja que se rompa la cuerda
y sálvame.
Sala de emergencia
Hemos recorrido más que el asfalto. Dejamos pasar los avisos de tránsito que nos advertían
del posible desastre. Nos convertimos en un accidente que dejó estragos, carros destruidos
y cauchos fragmentados. Explosión completa de una desilusión avisada. Te conocí
cometiendo el delito de lanzar una bomba directo al miocardio. No medí los frenos, me
auto mediqué y me provoqué una sobredosis. [No entiendo cómo se desintoxica una herida
queriendo a alguien roto] Aquí estamos, en el eco distante del olvido y en la catástrofe del
metrónomo. Tenemos la cronología completa de los accidentes y el país nos ayuda a
reinventar la historia. Pasamos las venas como pasamos la página, pero no olvidamos, o lo
hacemos sólo cuando no queremos sangrar. He cometido el error de quererme poco y dejar
que otros se den cuenta. Sin embargo, vuelvo sin venganza al accidente que fuiste y lo
convierto en un vendaje para no mostrar el hueso. Coloco mi herida en la candela. Me
revuelco en la miseria que dejaste y la muestro.
Cortar la carne es permitir el hueso
YAMILA GRECO
Punto, sutura,
paraíso
Descanso en hilo suspendido
aguja rota en sueño momentáneo
Herida abierta sobre un plato
Sutura descompuesta
Salvación extemporánea
Mi cuerpo es una transición que grita
¡no me salves! Que no te lo he pedido
Te muestro los huesos
y te ruego
me abandones
que ya estoy cansada de suturarme la memoria,
de esconder la herida abierta que eres
de olvidarte a golpes
de empujarte hacia el hemisferio sur de mi cerebro
de verte feliz
mientras mi cuerpo explota
Déjame el cuerpo quieto,
que tiembla con tus manos
de plaquetas frías.
En mi pecho se devoran paraísos
Nos hemos convertido en una Pantalla. Adormecidos ante el estruendo de las piernas. [Una
cobija hueca con noticias de otro mundo. El muerto que no nos pertenece y el Presidente
obsoleto acusado de corrupción. El programa en otro idioma y la antena infaltable en cada
ventana en cada hogar. Nos dicen que aquí vale más el derecho a la alimentación que el
derecho a la vida. Y morimos, pero comemos. En mi pecho se devoran paraísos, las playas,
Los Roques, Mercal, La Tortuga. Subrayo un título como subrayo un país. El tiempo
cambia y nos inventamos las estaciones. Nuestro invierno es una lluviecita y el verano es El
Guri seco. Nos atropella una moto y seguimos. Tengo una patria de enjambres vacíos, pero
la tengo. ¿Quién nos enseña a salir de la pantalla? Quiéreme y sácame de aquí, dijo
Manolo García, pero nunca lo escuchaste.
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