RAQUEL ABEND VAN DALEN (Caracas, Venezuela 1989).
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Monteávila, con un
Diplomado en Escritura Creativa de la Universidad Metropolitana e ICREA. Autora
del poemario Lengua mundana (Común Presencia Editores,
2012) y de la novela Andor
(Bid&Co. Editor, 2013). Así mismo, ha ganado Mención especial en el rubro
de poesía del III Premio Nacional Universitario de Literatura (2009), y mención
especial en el rubro de poesía del Concurso de Autores Inéditos (Monte Ávila
Editores, 2012). Ha colaborado como redactora y productora en diversas revistas
venezolanas (El Salmón, El Librero y El Desafío de la historia). Trabajó como
reportera en el Diario Las Américas (Miami, FL). Actualmente cursa
la maestría de Creative Writing in Spanish en la New York University.
Selección por Gladys Mendía del libro Lengua mundana
APUESTA
Jugamos a que el fin está por llegar
a que nuestros cuerpos sólo saben desayunar
con semen, flujo, café y cigarros
–muy cerca de una ventana
que no muestra nada–
jugamos a que no hay una felicidad
igual a la nuestra
a revelarnos dos pasados deudores
que no reciben más que la digna tentación
de aliarse
jugamos a vaciarnos en el cuerpo del otro
a decir que nos queremos entregar por amor
cuando sabemos que lo hacemos
por supervivencia
a recostar nuestras vidas
en una sola mirada serena
que no pretende acabar.
Juguemos siempre.
LAS OTRAS NOCHES
Mientras
leo Siete Noches
pienso:
“Para ser Dante, está Dante
para ser Borges, está Borges”,
a nosotros nos queda
vivir nuestra propia oscuridad
nuestras madrugadas infectadas
escogidas y disecadas
en una sola caja de cigarros
intacta.
VENIA
A los libros usados
se les deja dormir
con uno
se les deja abiertos en la cama
hay que permitirles
recordar
las manos que los han hurgado
se les besa el polvo
los rayones de tinta vieja
las esquinas masticadas
a los libros usados
hay que amarlos
como se quiere al extraño
ciegamente.
SABLAZO
Deja de ver desde mis ojos
yo no deseo ver
desde los tuyos
el pecado femenino
es incapaz de suturarme las piernas
ver desde mis ojos
significa renunciar a todo
lo que eres
para adoptar
esto que nunca he sabido
ni sabré ser
quédate siendo bruto, ordinario, hombre
sólo así
querré conservarte.
COMUNIÓN
Todo lo que brota
entre nosotros
es un salpicado
que tienta a lo imposible
todo lo que hemos vivido se renueva
desde otro universo
ya nos hemos conocido
acuosos de placenta
también con la muerte
recién masticada en los ojos
todo lo que somos
es un cúmulo frenético
insondable
que nos exige el olvido
para sumergirnos en una entrega
furiosa
auxiliada
por una conspiración insomne.
CALLEJERO
Te recojo
de todas las basuras
de Nueva York
como a un gato
infectado
agónico
de bigotes desteñidos
abro mis manos a ti
(no están limpias)
para que enrolles tu cola
en mis dedos
decido ser ese alfabeto
que dedica sus letras
a tu amparo
permíteme limpiarte la tierra
de la boca
y lamer
esa muerte desvelada
que aferras en tus puños.
II
Nuestro sepulcro
yace
prevenido
con sus puertas sin cerrar
en un terreno que nunca podrá ceder
a un ente ajeno
esta muerte
no es un compromiso eludible
nuestro contrato
es más fecundo
es la permanencia
fuera del cuerpo
en el cuerpo del otro.
PICNIC
Te ensancho
como a un mantel de tela
manchado
por el semen de mi boca
te aireo sobre mi cuerpo
para que caiga sobre mí
tu mugre vieja
te acuesto encima
abierto y mojado
vaciado por ese apetito
insaciable
que no deja de rascarme la piel
saboreo todo lo que decide entrar en mi boca
y no lo dejo bajar por la garganta
el alimento bendito
no se mastica
se mantiene entre el paladar y la lengua
como penitencia.
RITUAL
La vigilia
se quema a punta
de secretos
consume a quien la bosteza
esconde los canales
insomnes
lo que se derrumba
bajo el tacto
creído
te veo del otro lado de la madrugada
ayuno en tu cuello
nos pronunciamos
por un pulso
inconfesable
por el desvelo
que muerde
hinchado
que rescata
dos abandonos imposibles de arrancar
el límite se ensancha
quieto
casi escondido
y desde un rumor
sonríe, se dilata en la esquina
se vuelve un signo
entrañable
una confesión pulcra
son noches que visten
mueven el sueño
hasta matarlo
contra una cama ajena
y queda un aliento
apagado
sin nombre
ni cuerpo para exasperarse
se vuelve
materia erguida
culposa
hambrienta
se ensombrece
respira en tus plegarias
en una sequía
arrogante
ya nada se sostiene sin tu lejanía errada
desconozco una noche
antigua
a nuestro encuentro.
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