Federico Eisner Sagüés (Montevideo, 1977). Radicado en Chile desde la infancia, es escritor, músico y químico. Fue editor de poesía por once años en Ediciones del Temple. Es parte del Movimiento Descentralización Poética. Ha participado en diversas bandas, y lo sigue haciendo. Ahora mantiene un proyecto musical Montevideo, Fotogramas Trío, y otro en Santiago junto a la poeta y cantautora Marcela Parra. Se interesa particularmente por la fusión de poesía y música, dando talleres, lecturas musicalizadas y participando en el Foro de Escritores de Chile. Es fundador junto a otros 3 poetas-músicos de la Orquesta de Poetas. Es autor de Pequeño compendio para un amigo (Ediciones del Temple, 1997) y Bicha (JCSáez Editor, 2008). Ha sido antologado en: 30 Jóvenes Poetas (Universidad de Playa Ancha, 2004), en el disco Poetas-Chile Siglo XXI, Vol. 7 (Rayentru, 2004); Lof Sitiado: Homenaje poético al pueblo Mapuche (Jaime Huenún comp., 2011); y en Me Usa, brevísima antología arbitraria Perú-Uruguay (Paracaídas Editores, 2012). Actualmente se encuentra preparando su primer libro de cuentos. Organizador del Festival de Poesía y Música llevado a cabo en Santiago de Chile en mayo de 2014. Es estudiante de la Maestría en Musicología en la Universidad de Chile.
Selección por Gladys Mendía de Bicha
No se puede con los afectos tan partidos
no
se puede con la piel tan partida
no
se puede con tanto cariño
ni
menos con tantos yo no puedo
cambiar de mano y piel
en
cada caricia
y
si acaso logro un boceto
me interrogan las persianas
se
queman los enchufes y el agua sale fría
y
si creo poder el teléfono
invade todo
y suena por dentro
y
si se puede
no se puede
con todos
los
afectos
no se puede
con todos
los
abrazos
no puedo con
toda
la
vergüenza
Partida
Cuando me fui pa’l monte
no
buscaba ser tinieblas ni renacuajo pródigo
no
fueron la vergüenza ni las mofas de los niños
ante mi muda / mi vernatio
como
única en mi especie
si
de algo quise ser temida fue de no existir
como un pequeño que a propósito se
pierde en la playa
temida
sólo de ser vista en las sombras
inasible
y autopoyética plastilina - arcilla - regenerante
no marginal, no me sienta
mas
si periférica
un centinela con cartuchos láser
dos luciérnagas alineadas en la
ventana de mis padres
es
que yo tuve una casa con pisos de tablas sobre arena
sin ventanas mi habitación y en los
corredores
el griterío de los adultos que me
mandaban a dormir
esta
casa era una isla
una vez que salí / no supe volver
hoy
le hago la ronda
hoy
sigo motores a combustión
pues
caí ciega en agua turbia
siempre mantuve mi voz
lubricada por limos que
aprendí a filtrar
para portar de
contrabando en mi panza
los souvenires, mis
nombres y mis brazos
por mi voz me
reconoceréis
sin abrir los ojos
despacito
o por las mordidas en
tus patas
mi seseo y mis escamas
en tu espalda
cuando comiences a
tientas
a adentrarte en mi reino
Por
mi voz me reconoceréis
Como madera del más noble origen
termita
gigante
última en su especie
inmortal
muerdo
sin huellas
evidentes
engullo
cuerpos completos
y
demoro mi digestión
No produzco veneno ni ácidos
gástricos
soy
asfixia
Con
la pleamar me remonto
entre
palafitos enclenques
en
reversa los desagües, esas escotillas
siempre abiertas a los oscuros y
malditos
voy
de polizonte en cada minga
carcomo
vigas y cimientos
aumento
el lastre con la antimateria
de mis eses que intoxican a las
yuntas
y
los vecinos perplejos no espabilan
ante
la macabra imagen de una casa a la deriva
Xilos
deriva
¿Sabes
que en la isla de Guam las serpientes que llegaron con los barcos de
carga
se comieron a todos los pájaros? Ahora, buscando calor, trepan
por
los postes de luz y tapan la ventilación de los condensadores,
produciendo
apagones que llaman snakeouts.
Andres Kalawski
La bicha
la maldita
la ortiga
me tiene de los huevos
me trae a los tumbos
como un reflujo a medianoche
arde y quema por dentro
porque es mía y me consuela
nació conmigo o más bien viene
con el paquete intrauterino
de mi creció y se alimentó
me hizo fuerte y pendenciero
vicioso de sus ciclos
me envuelve me estrangula
me aprieta el pecho para soltarme luego
y dejarme correr más adentro
en la isotropía del bosque
donde me hace la zancadilla
y me enreda con sus lianas
sus infinitas patas me caminan por los brazos
y los vuelve pesados lastres mañaneros
soy tu amante tu depre tu bicha me susurra
una sensemayá de mil cabezas
una yara vanidosa que baila exótica
con todos mis rostros amados mientras cuelgo
aturdido de los árboles mojados
disca en los teléfonos de su piel
los números de la desesperanza
sigilosa roba mi voz y habla en mi nombre
La
bicha
Algunas veces
encontrarás el viento incrustado en tus huesos
y una migraña sorda gritándote por dormir
verás sin creerlo la risa en quienes no la merecen
un ademán de mentiras haciendo el vals de los
afectos
y es que cuando escribo para tí hablo sobre mí
hago
un barrido de memorias,
recojo
todo y me desborda
pues estas líneas parecen alejarme
de lo que se siente tu abrazo mientras lloras
Otras veces verás sus ojos salir extasiados de tu
madriguera
y perdonarte el pescuezo por no poder más
verás a todos como en una película viviendo
tu
vida sin vos
como
un aeropuerto que nunca te verá partir
te rodearán sus escamas relucientes e indescifrables
mimetizadas en un pedregullo rojo y resbaloso
una pesadilla que se transforma en tus recuerdos
y pretende convertir la vida en una siesta sin
descanso
Pero
no le des con el pie ni con el hacha no le tires
el
computador por la cabeza, recuerda que son siete
y
son siete sus corazones sus medallas sus escudos
y
siete veces siete tendrás que vencerla
y
cantarle siete veces como a un hijo
que
no quiere partir
Canción
para espantar a una culebra
Anoche se volvió
a meter en mi cama
engañosa y con piel nueva a encontrarme
débil
y mareado como siempre
primero por el tacto usando
caricias
de colores iterando
estímulos
para hundirme en el sueño
y llevarme lejos donde al fin pueda
envolverme en sus textiles
y hacerme un huevo, una larva
pendiente
en el inframundo
a merced de sus crías
Este
animal no muere
Hoy navego tus
aguas Anaconda
tus manglares ciegos
tu delta de invierno
tu aliento exhausto satura los canales
y te camufla en las olas de mi catamara
Me sigues mientras los surcos se ensanchan
y abandono tus dominios. Tomas
todas
las formas de todas las bestias,
poquísimos colores en aguas marrones
que prescinden de visión. Porque
tú
eres en colores tierra Anaconda
fuente de los ocres
sepia de pedregullos y trumaos
Hoy
navego tus aguas mi querida
y
apenas puedes creer lo que apenas ves,
cual
Fitzcarraldo y su vitrola te reto
y
me (per)sigues despechada y lloras
ya
mi ausencia o la tuya
en
mi invierno
Delta
Las nubes caían
verticales sobre el escenario
se
curvaba el cielo
sobre el ruido y el calor de la ciudad
sobre la rabia de aquella ciudad
caminé hombro a hombro con la pelada esa noche
ella me guió por su barrio
y yo sólo era carne de señas
porque mi última voluntad se había agotado
en ir del puerto al barrio / recorrí el barrio
y me embriagué con el barrio esa noche
y lo único que distinguía era que el cielo caía
vertical
como si la pelada apretara la ciudad por los lados
la
estrangulara
la hiciese una pelotita de cartón
y con ella en llamas hiciera malabares
en
algún semáforo
en cualquier esquina del barrio
Bicha
pelada
Hace tiempo atrás tuve la oportunidad de conocer a Fede en una curiosa circunstancia y me encontré con una persona sencilla pero especialmente ligada a las artes. Éxito en todo lo que emprendes!
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