Josué Calderón (San Cristóbal,
Venezuela 1993). Estudiante de letras mención Lenguas y
Literaturas Clásicas de la Universidad de los Andes – Estado Mérida, Venezuela.
Ganador del tercer lugar en la mención de poesía en el concurso “Explosión
Cultural Bicentenaria” nacional en conjunto con Jesús Montoya y Fernando
Vanegas por el poemario “Once poemas en los cuadernos de noviembre” cofundador
del grupo literario los hijos del lápiz.
*
La poesía ha sido el himno
de
unión de los amigos
la
cual comprende el verdadero dolor detrás de sus palabras
siempre
tristes, siempre trasnochados, elevados en las noches
e
iluminados en las calles por los faroles encendidos
pues
parece que lo único que nos ha traído fue oscuridad en vez de alegría.
Es un castigo al Alma, una forma de
amar a la belleza que apenas no es dada, y que se aleja cada vez más en cada
poema,
en
cada respiro atrayente de vida
en
la alegría fulminante
pesimismo
siempre altivo
que
anda y camina
escabulléndose
a calles oscuras
representación
de nuestro corazón.
Nuestra intención en
principio fue creer en el hombre,
en
la humanidad que nos separa
y
en los abrazos que nos unen.
Cuando
niños los ojos nos aleteaban como una mariposa
eran
nubes en la que los dioses descansaban
y
aunque habláramos la lengua caía al piso
por
la magnética imposibilidad de representarlos en el lenguaje.
Así de este modo
los
labios se nos fueron cerrando fuertes como un puño
de
victoria, derrota y silencio.
Ya de grandes conocimos la poesía
y
un poco de nosotros mismos en el otro
formando
un soporte sobre el cual buscaríamos en la cima
lo
que únicamente era bello.
La miseria no nos fue castigo
pero
si
lo
fue la lucha contra ella.
Aquellos rezos años atrás
cuando
creíamos que el espíritu divino
llevaba
el único deseo
de
que la vida no se escondiera en un sueño.
Sueños con ojos cerrados, mudos
dirigidos
al dolor, a levantarse y cepillar los dientes
y
olvidarlo
aquellos
recuerdos no nos pertenecen
aquellas
licitudes nos duelen
y
nos es imposible escribirlas.
Eso nos unió, e unirá a todas las
generaciones de poetas de cada era
como
las palabras de fuego quemarán la oscuridad
para
comprender la luz, así me decía un amigo
creyendo
y alejándose a cada rato de la verdad en la cima de ella.
El único estilo de vida de
aquellos viejos amigos
que
aún me acompañan
es
el dolor, el amor, y la esperanza.
Fernando
y Jesús, eternos borrachos de los bares más alegres
Cristian,
chileno, no estés atrapado en la misericordia de tu cuerpo
Latinoamérica
está en los cabellos de los andes
Sasha,
eterna enamorada de la sinceridad de un corazón
amigos
esta fiesta está en la cima de la guerra
Diego,
te deseo el cielo para que te sientas libre
Manuel,
ya quiero que tu Liam nos acompañe y me pida la bendición,
Roberto,
no estés triste pues tu cuerpo es viento
y
aquellas personas que he conocido les agradezco haber estado conmigo
Romero,
la primera cerveza con la mano izquierda no fue la última
Devia,
pinta paraísos azules en tus ojos
Omar,
definitivamente la salvación está en el amor
y
esta es nuestra forma de amar.
De
este modo les pido perdón por callar
pero
el tiempo siempre juega las suyas
cuando
uno lo ve desaparecer.
*
Entre
cervezas, grandes caminatas y muchas personas
juegos,
risas y algunas tristezas
algunas
tuyas y otras
entre
la incertidumbre mía de lo real
y
entre la tuya que fantaseaba por otros mundos
y
la mía que me hundía al fondo de la tierra
has
aparecido floreciendo como una estrella en el cosmos
alumbrando
el oscuro espacio de mis manos
para
hundirte también como los tesoros de la humanidad
en
el océano.
*
El
dolor fue oculto en las arenas
cada
grano fue una lágrima que se ha secado.
Por
eso, la soledad se parece a un desierto/ con la esperanza de un oasis
para que calme tanta
pena.
La
maravilla del desierto no está en su extensión, sino en su silencio
y
su cansancio.
Nota
del autor: Eretz significa tierra en
hebreo.
***
Dioses
vednos
pequeños como nuestras grandes manos
y
con el pecho helado de una cueva
y
si tenéis manos, acaricien nuestro cabello
dadnos
de nuevo el fuego
pero
uno diferente
el
cual brote con el choque de un abrazo.
*
Hombres
las
palabras nos quebraron los dedos
y
este dolor cubre las llagas desde los pies
hasta
la bestia del corazón verdadero,
han
disfrutado de tierras largas y hermosas,
pero
belleza, qué tan real eres cuando no abres los ojos.
*
Tu
boca no está hecha para maravillarse de una noche sin estrellas.
Tus
ojos se orbitan rápidamente donde el magma estalla la máquina que ama.
Te
has quedado sola, hasta despertar, donde la luz quema.
*
Amigos,
tengan fuerzas,
nuestras
manos están suaves,
aún
no hemos gritado nuestro nacimiento
dentro
de este gran vientre llamado cielo.
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