Alberto Cecereu (Valparaíso, Chile.
1986). En 2005 publica el libro de poemas Noticias
sobre la Inmanencia (Editorial Altazor). En el 2003 fue becario
del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda, Valparaíso. En 2006 es
reconocido con la Beca a la Creación Literaria del Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes, mismo año en el cual se le otorga el Premio Enrique Lihn
del Concurso Nacional de Arte y Poesía Joven, Chile. Además de ganar una serie
de certámenes, su poesía aparece en diversos países: Cuba, El Salvador,
Argentina, Francia, España y Suecia. Además en Estados Unidos, donde algunos de
sus poemas son traducidos al inglés. Es Licenciado en Historia y Licenciado en
Educación.
Del
libro inédito Los exaltados
El
país limítrofe
En
Chile sus habitantes no ahorran porque piensan que el fin del mundo está cerca.
Por eso, cuando hay fin de semanas largos, los supermercados se repletan como
si la gente buscara el oxígeno, y ves ahí, el desfile hacia el escape.
En
este país donde los Santos parecen guardianes de los pecadores y los
insensatos, abundan los volcanes que explotan, los extraterrestres que
gobiernan, los terremotos siderales, las boletas ideológicamente falsas, los
maremotos morados y los psiquiátricos dentro de escuelas y colegios.
Este
el país que limita con todo, menos con la cordura, porque adoramos a los
opresores y nos quedamos gimiendo en los rincones de las casas pidiendo la
salvación de nuestro señor, corriendo la maratón a rodillas a algún templo
sagrado de los tantos lugares que han asesinado la imaginación.
Es
recurrente imaginar a Chile como el fin del mundo, asunto curioso, porque en verdad
en esta tierra se origina todo: el basural más inmenso de ordenadores sobre
ordenares con la coronación de los esquizofrénicos gritando encima de ellos,
legitimando así, la dictadura de los pabellones de las casas de tortura. El
origen es el dolor y el fin es el dolor. No constatas otra cosa que eso. Porque
da lo mismo la belleza de los pantanos, la magnanimidad de sus cordilleras, la
discreción del desierto, la orgía de las uvas, aunque sea este la copia feliz
del Edén.
El
fin del Estado
Parajes.
Escenario
infinito de edificios sobre edificios que reemplazan las viviendas populares de
las clases volátiles. Tan volátiles que terminan en el intento de la revuelta
de los indignados.
Así
es como nacieron los nuevos esclavos. Los que marcan la existencia todas las
mañanas en el preámbulo de empresas e inmensas burocracias, olvidándose del
amor de las palomas y los gatos. Solo hay fracaso moral, derrotas de los
sueños, excremento de ideales.
Se
perpetúan las fiestas narcóticas, esas que las personas se transforman en
teledirigidos que bombardean ciudades olvidadas por la religión.
Todos
parajes de Gobiernos dirigidos por empleados de las compañías de celulares: la
inmensidad de la estupidez.
Estambul
a
Ferrán Enrique Alfonso
Te
espera Estambul
tus
ojos esperan la ciudad de la unión entre el oriente y el occidente
ahí
donde muere y renace y nace y remuere el sol
podrás
encontrar a tu mujer de ojos de aceituna,
todos
los miércoles a las seis de la tarde en el lobby del Hotel Aziyade
te
esperará con vestidos verdes o azules escarlatas
y
de seguro cuando llegues a tocarle su hombro, te sonreirá
ahí
mi hombre, conocerás lo que es el vuelo, sí, el vuelo y volarás,
dejarás
Estambul
y
seguirás recorriendo el mar de los mares
ocho
minutos de meses de semanas, descubriendo tus manos.
Te
espera el otoño y su ópera de expectativas
cien
mil pájaros y cien mil muertes de pájaros
para
que de repente aparezca la estética de la basura
porque
así es la basura,
como
un torbellino de belleza tirada al olvido
y
detendrás en esos detalles, para saber, con rapidez
cómo
son los rastros de todos los hombres
Cien
dólares te podrán servir para un banquete
o
una mujer egipcia
uno
o lo otro te dará un espectáculo de los colores
como
un arrebol en la pupila de una loba
cuando
hablo de loba, hablo de aquellas
que
hacen nacer un universo entre sus piernas
acuérdate,
que podrás perderte, fundirte en el fornicio como una droga,
como
un alfabeto sánscrito que te descifra secretos al oído
Te
espera el viento de Magallanes
como
una gozosa llamarada a la aventura
a
descubrir que no te conoces,
que
en esa sola tarea está la vuelta al mundo
busca
y busca la llave a agartha
ahí
estará el templo de los que son más sol que el sol
más
luna que la luna iluminados:
astros
de los reflejos instantáneos
Busca
a Atlas en un café de Estambul
y
libérate: grita: crea: manifiéstate y crea al verano
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