LP5 Revista de Literatura y Arte

viernes, 13 de junio de 2025

WHIGMAN MONTOYA DELER: Poesía Cubana Actual

 


Whigman Montoya Deler, 1973, Santiago de Cuba, Cuba. Licenciado en Letras por la Universidad de Oriente. Cuba. 2000. Master en Estudios Cubanos y del Caribe. Universidad de Oriente. 2006. Ha sido profesor de español como lengua Extranjera por más de 14 años en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, la Universidad de La Habana y Tianjin Foreign Studies University, Tianjin, China donde además impartió Literatura Española y Latinoamericana. Además, fue profesor de Historia de la Cultura de Iberoamérica y el Caribe en la Facultad de Español como Lengua Extranjera de la Universidad de La Habana. (FENHI). Se dedica a la investigación en la enseñanza del español como Lengua Extranjera y al tema de la mujer en la Cuba Republicana. Ha publicado el libro titulado El Lyceum y Lawn Tennis Club: su huella en la cultura cubana, 2017 Uno&Otros ediciones y los poemarios El oscuro bosque de mis manos, 2019 Ediciones Laponia y Nudo gordiano 2021 Ediciones Laponia y la segunda edición ampliada del El Lyceum y Lawn Tennis Club: su huella en la cultura cubana, 2022 Ediciones Laponia. Recientemente acaba de salir su tercer poemario Los cantos de Samael, 2024. Ha publicado sus trabajos en diversas revistas digitales y en la antología poética Impertinencia de las moscas, Miami y la antología para temas LGBTQ Orgullo e identidad, auspiciada por la Revista Cardenal. Es editor y codirector junto a Jorge Venereo Tamayo de Ediciones Laponia LLC Huston, Texas. 


El Toro de Falaris

Debemos ser dos para ser cuerno  
toros o bueyes.
Da lo mismo girar alrededor del molino
andar sobre el barro
llevar la carga
tener “limitaciones” en cuanto a doma:
no aprender a caminar hacia atrás es requisito para la 
/negación.
Hay que estar hasta los huevos, y no tenerlos, para salir al ruedo. 
Hay que tener semen en el frontal para el día del embiste.                                                                           
Allá ellos: los cérvidos y sus cuernas en días de mudanza
                    y los Falaris.


Desollamiento

Lo malo y lo aberrante se desplaza   
la carne desprovista de ropaje             
me dicen que por eso soy salvaje        
yo soy un ser humano, de mi casa.       
No sabe la persona que me abraza     
que quita capa a capa con su mimo       
que soy como una puerta, me reprimo   
y con tiras de pieles me decoro.         
De mí mismo las heces como el oro    
yo cargo en mi indigesta mi racimo.



La pera de la angustia

Si el mundo fuera diferente
si no hubiese esa gran manivela, ese artilugio 
el Behemot devorador de gramíneas  
no habríamos terminado en esta angustia fálica
obligados, a golpes, a desenroscarle los tornillos al silencio
a entregar la tinta nombrada en cada hoja   
luego ver el tormento de sombra perseguir al cuerpo. 
Pero a pesar de todo: 
de la pera, del lenguaje y el fuego en nuestras manos
convivimos con nuestra casa: cuerpo hueco.   
Sobrevivimos sin importar cuan humillante sea la falta
sin ni siquiera pensar llevarnos a la boca ni un pétalo de loto   
o nadie recordará lo que pasamos.



Péndulo

Cómo mírate por encima del hombro si me duele. 
Yo también tuve parto de brazos a mi espalda
y camino izquierdo hacia la muerte.
Cómo encogerme de hombros frente al afecto
sólo lo haría para no dar respuestas
o frente a mi propia y atada indiferencia.
Si todos hubiéramos podido arrimar hombros
el efecto de separar lo unido hubiera sido más llevadero.
Dos minutos y medio cuentan: 
no estamos en París sino en Cayena.
¡Yo que calafateaba barcos, esclavo de tus besos
hacía nudos y llevaba brazaletes empalmados
a la virginidad de las mujeres!
Pero ahora soy como un Flamen Dialis
impronunciable como la palabra cadáver 
o carne cruda.


Cinturón de San Erasmo

Con cada movimiento me lacera 
respiro lo preciso; limitado 
ceñido a mi cintura lo has atado
verdugo, tú el gusano de la Era.
Estoy determinado en una esfera 
ya nadie nos protege, nos desunen
que igual a un Ouroborus nos vacunen
tatuándonos la piel: la culebrilla
el hombro romperá la jeringuilla
los malos se trasmutan, se reúnen.





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