LP5 Revista de Literatura y Arte

miércoles, 18 de marzo de 2015

RAMÓN PERALTA: Poesía Actual de México (segunda parte)




Ramón Peralta (México 1972). Escritor y fotógrafo. Dice que escribe su segunda novela. Vive actualmente en Lisboa.





1, 2 y 3



el brazo de príncipe azul me cuelga, por momentos parece que se mueve y tengo dos patas del sillón pegadas a las costillas. El perro duerme, una cuerda lo sostiene. ¿Qué vendrá del mundo si mi madre también duerme? ¿Qué aparece como verdad en las fotografías? 1.- El sentido que brinda la historia. 2.- Una muchachita enferma que trae las uvas mojadas con rocío. 3.- Un hombre que se escucha en toda la extensión de la palabra y se aleja, desaparece. Tres días después lo encuentro tirado en la calle con el torso desnudo y siete flechas clavadas en el pecho. Entonces confirmo las afinidades sonoras. Admitimos que la poseía otra virtud, que no pudo escapar a las corrientes internas del aire





Un hombre se asoma por la ventana. Una indeterminación. Con señas dice: soy un apóstol. Apenas respondo que si no viene con alguna especie de matón. Le digo los hechos a mi madre. Estábamos asustados, porque todo lo mantengo escrito en una Biblia pequeña para mantener los puntos de partida. Luego los puntos se detienen. Pero lo que tengo son dos grabados mutilados de Picasso precursores del Guernica fechados en enero de 1934. No me vengas a simplificar las cosas, estuvo aquí temprano. –interrumpe – La chica de la derecha soltó una risita que subió una octava. Madre suelta el llanto que lo tenía controlado con barbitúricos y se escurre por un agujero donde caen las monedas del hombre que dice es un apóstol. No es que esté desahogándome, sí puedo verlo todo. Veo todo desde mi silla de astronauta. Pero toda alma pretende verlo todo. 






imagino el vestido, su collar de perlas, la mirada turbia que no termina. El brazo del príncipe azul no deja de colgar.                                   La figura no se forma a partir del centro. El dedo y mis ojos se detuvieron en la página 36.                         También se puede pensar en la serpiente de la sala azteca que se muerde la cola.              Llueve lo más cercano a la muerte. Tengo miedo de regresar y detenerme a leer:

Hamlet: 











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