ANDREA PAOLA HERNÁNDEZ (Maracaibo, Venezuela, 1995). Actriz y cineasta. Estudiante de Teatro en la Universidad Nacional Experimental de las Artes. Fundadora y coordinadora del proyecto poético «199X». Coordinadora Editorial en la sección de narrativa de la revista digital Digo.Palabra.Txt. Fundadora del Centro de Estudios de Género en la Universidad Simón Bolívar. Obtuvo el primer lugar en el Concurso de Cuentos «José Santos Urriola» en 2014 y el segundo lugar en el 1er Concurso Physis para Jóvenes Poetas en 2017. Forma parte de la antología poética «Amanecimos sobre la palabra»(2017) publicada por Team Poetero. Ha colaborado con diversas revistas digitales como Digo.Palabra.Txt, Letralia, Liberoamérica, Poesía desde Valencia y Canibalismos, así como los fanzine “Bipolar” (Caracas) y “El Higo” (Madrid). Forma parte de la antología audiovisual “Página = Pantalla” reunida por Francisco Catalano. Textos suyos también han aparecido en Verbigracia (El Universal) y Papel Literario (El Nacional). Más en https://andreapaolahernandez.wordpress.com/la-autora/
Selección por Gladys Mendía
SE HIZO LA LUZ
ser mujer es ser máquina
escáner y fotocopiadora
dar a luz es necesario
bendición y sacrificio
sabrás que está embarazada
cuando tenga una panza cuadrada
de su vagina emane tinta
su vientre se parta en dos y saque palabras
su hijo está hecho de células / un retrato de vidas pasadas
la pelvis se
a
b
r
e
tiene forma de corazón que se abre
emana ríos / lagos / mareas
lágrimas hechas de agua de vida
por las piernas le corre el alma
fragmento suyo que regala al mundo
que se nutre de otros espíritus
tan humano
natural
animal
la gente corre quiere ver al niño
es un cuerpo por eso lo leen
inhalando encima ni ella lo entiende
la condición de madre no trae diccionario
CÍRCULOS
el consuelo está en la exploración de tus cavidades
me vuelvo arqueóloga / minera / exploradora
excavo / recojo / reconstruyo
trato de detener maremotos con mis muñecas
celebro el constante descubrimiento de especies
de aire y fuego cosas que suben
pudo haber caído Troya en nombre de tus cuevas
ni siquiera Verne se inventaría esta flora
que se extiende orgullosa entre tonos magenta
hecha sólo de sal y desmesura
“no pares”, dices
“no dejes
de explorar”.
***
Los restos de su saliva
aún reposan entre mis piernas
sus fluídos crean costras
debajo de mis uñas
como queriendo aferrarse
a un cuerpo -este cuerpo-
que sabe que abandona
***
ya todas las palabras de amor se han dicho
pero en tus labios
cada sílaba de mi nombre
nace por vez primera
para venir a morir
en la punta de tu lengua
donde yo
en mi cabeza
habito
***
EDADES
Tengo 16 y creo que me ama porque le gusta la música que le mando. Fue la primera en recorrerme como se recorren los amantes y su tacto casi imperceptible me quita el sueño cada noche. No me abraza cuando nos vamos a dormir, pero sé que muy dentro me ama. Tan adentro que no lo ve.
Tengo 17 y creo que me ama porque me contó toda su infancia en una madrugada. Recortó un rizo directo de mi cabeza para guardarlo en su caja de recuerdos mientras Alanis Morrissett sonaba al fondo. Me ama, aunque no quiera besarme, porque el amor no son cuerpos pero sí sentidos. No todos los sentidos, con un par basta.
Tengo 18 y creo que me ama porque me lo dice. Con una sonrisa vacía, pero me lo dice. Nunca en público, donde la vergüenza vence al amor. Me dice que me ama con la boca y no con los ojos. Lo afirma bajito desde el asiento del conductor, el único espacio en el que parece que su amor florece.
Tengo 19 y creo que me ama porque me compra cosas y me toma la mano en la calle. Su tacto no me genera nada, pero al menos la vergüenza ya no es cotidiana. Dejo que me ame a ver cómo se siente, pero es casi incómodo. No me acostumbro a que me quieran con los ojos y no con las manos.
Tengo 20 y creo que me ama porque se lo dice a los demás. Yo no recibo el mensaje, pero la gente parece contenta con la idea. Afirma que le gustan las cosas de las que siempre se queja, así que al menos mi larga lista de defectos no se ventila. Por las noches, el silencio que me exige finalmente se apodera de mí.
«A mí la poesía / me viene de mi madre»
«Y me queda mi padre / en su hueso de escribano»
Rafael Castillo Zapata.
PERSONAJE ANÓNIMO
El arte me viene de mi padre
Que con tanto ahínco insistía en libros, óleos y ajedrez
Creciendo bajo una cámara sin ser famosa
Con mi boa de plumas y mi afirmación de diva
De mi padre me viene Abba, Cindy Lauper y la literatura
La figura vacía y la ausencia de un hombre
Tomates verdes fritos y mi homosexualidad latente
La necesidad de ser más que una foto en la pared
De mantener mis ideales sin importar la lucha
De querer ser alguien cándido cariñoso
Aprender que a la familia no se le deja por otra
con mano en pecho con mano en boca
luchar por no querer que nos parezcamos
En la calle todos los hombres se parecen a mi padre
supongo que ocurre porque no tiene rostro.
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