Rommel Martínez - Comayagüela, Honduras. (1989). Poeta. Editor por Honduras de la revista de literatura centroamericana Arspoética 1970. Premio Nacional de Poesía Los Confines 2018, con su libro: A712 [para leer de viaje] -Editorial Universitaria. A712 es la primera parte de la trilogía: Profecía de la luz, junto a; Fantasma (Ediciones El Pez Soluble - 2022) y Pólvora (inédito). Ha publicado sus poemas en revistas digitales e impresas, antologías, plaquettes y en blogs de varios países latinoamericanos; España y EEUU. Dirige los ciclos de entrevistas EL Fuego Paralelo, platicas entorno a la poesía. Ha participado en festivales y encuentros literarios dentro y fuera de su país. Dirige El Desahogo del Pez: blog, revista literaria, y canal de YouTube. Fundador de Proyecto Fantasma: Poesía + performance + música experimental. Tiene una relación de amor y odio con la metadata y ama los perros aguacateros.
Selección de poemas del libro Fantasma:
Los objetos que causan alegría también son los enemigos de mi mortalidad. Justo pienso en una fotografía y la soledad. Justo pienso en una fotografía y la soledad. ¿Qué tendría que decir ante esas enormes ganas de dejarlo todo atrás, creyendo que no me importará? Definitivamente, debería tratar con todas mis fuerzas ser consecuente ahora, sin embargo, el tiempo es un espectro también como desde un espejo con el que enfrentarme, mientras pasa diciendo: “Hola pequeño idiota. Sólo vine a distraerte para que no entendás nada”. Los objetos entonces que causan alegría son también una espiral magnética, horizonte de sucesos llevándome a rastras hacia una parte de mí que no conozco. Soy espejo roto que no engaña más a quien lo ve, entre todo el agujero de la noche como un puente, Einstein – Rosen, y la luz que soy es también la oscuridad que soy como una entidad que no sabe ya de su nombre. Los objetos que causan alegría justo son, una fotografía con mi espíritu dentro, y la soledad. Justo son una fotografía y la soledad.
Parábola
Todxs corren desde la lluvia, que levanta el olor del polvo humedecido con el suicidio de un lugar en la memoria. Exoplanetas gritan las líneas de la relatividad y el tiempo, las hacen llegar a mí, tangentes me dicen y me tocan luciérnagas proyectiles; me acarician hembras rape trayendo la luz también desde el fondo, del profundo azul que es mi corazón: profundísimo risco donde alguna vez unos enamorados primigenios decidieron argumentar con la vida, la eugénesis de la muerte. Todxs corren, tropiezan con la luz que cae, sacuden la sorpresa de la guerra contra la existencia. Todxs corren y deciden descansar como estatuas diseminadas por el desierto ideológico que es la ciudad efervesciendo. Veo el neón en las nubes, yo vuelvo a casa se dice, a cualquier lugar espero, más no a la casa de mis sombras. Todxs corren. También tiemblo por mi cuenta bajo la lluvia de las luciérnagas, desde que entendí la espiral del frío.
Abisal
La espalda sabe el eco del vacío que crece desde el interior. Episodios de oscuridad en mi osamenta y el corazón es neón. Pez de las profundidades. Neón. Devorando el espíritu como quién ama, consumiendo el mundo de felicidad, pero al revés. Los brazos pesan más que los milagros de un profeta. Mi nuevo look es neón. Soy neón, abisal y caníbal neón. Depredando, acechando la figura infinita de su amor frente al espejo; Soy neón en la oscuridad, neón abisal, abisal y caníbal. Neón. Corazón roto de luz, derramándose en la oscuridad
Neón
Solo.
Tablilla IX columna I
(Guilgamesh llora a su amigo [muerto], vagando por la llanura)
Supe que mi amor era un arrecife herido por los turistas, desde el ruido del mar. Supe, y mi amor fue silencio, supe, pero la llama se llama ahora sombras y frío. Mi amor transita rejuvenecido por los callejones apestosos a miados, güaro, semen, prostitutas de templos inorgánicos y poemas muertos. Supe que el temor se deshacía como la piedra súper fina mientras sueña con la dinamita. Uno es el otro cuando el otro también es uno. Los héroes y la gloria del periplo, cadáveres tratando de no morir por los ciclos de los ciclos. Supe que mi amor era el bosque y el viento, entonces morir era la vida. Lo supe.
Pensé rotundamente en la transfiguración de mi espíritu, sus dimensiones, su quantum como una realidad solipsista. Un constante sonido que crece y la conciencia parece algo que se toca y no se ve; se sabe del río con tan sólo oler las piedras a unos metros de distancia, y la distancia es ambigua mientras se sueña. Supe de lxs amigxs en otros planos países formas sueños osamentas. De la ternura como una pareja, de la locura como una pareja en donde depositar amor, de enfrentar a un espejo contra otro y decidir quién es el reflejo de cuál; de la niñez olvidada y recurrente. De la pregunta siempre valida de qué es esta aproximación en la que me he convertido. Pensé definitivamente en la inexistencia de lxs otrxs, inequívocamente de mí. Un constante sonido que crece y las huellas del camino en la osamenta, entonces nadie piensa ya nada honesto de sí hasta ser documento del libro de los rostros, alimento de los pájaros azules también en el video; migajas por el camino de un constante sonido que crece. Es cierta la forma ésta de tu amor lo sé, sin embargo, no supe de algo así jamás y está esa amenaza sigilosa de merecerlo o no, de comprenderlo o no, como ése constante sonido que envuelve. Un constante sonido que crece. Se tiene la edad de la realidad y la realidad es E=mc2. Definitivamente salvar mi vida es enfrentar la inexistencia y perder la pose y ganar la forma de morir, adoptar la intermitencia como única realidad posible; entonces ya no se piensa nada honesto de sí, no más que la fuerza natural. Digo también que las lágrimas caen por su propio peso, y se llora ante un cadáver no por el conocimiento de su ausencia, sino por sabernos próximos al silencio; como un sonido un sonido un sonido como un sonido un sonido un sonido un
Selfie a un espejo
Desde que supe que mi corazón era un aeroplano, vi mi atemporal final sobre la luz de la soledad; mi corazón posmodernista, hipster amor lipotimia de las teorías cuánticas y las horas marchitas, en las dimensiones alternas de estos multiversos paralelos aquí.
Oh, padre.
Padre, desde que supe que estabas al borde de la desesperación, vi tu sombra y creí que era yo en un lago, preguntando improperios como Narciso. Oh, padre, tu corazón está desnudo en la estepa, danzando alrededor del fuego animal, como sopa y organismos y alcohol y oraciones que estallan igual que un rayo en la conciencia. Oh, padre. Padre desierto; en 1989 morí de soledad y por eso me ahogué en los termómetros y terremotos y el cordón umbilical. Vos lo supiste y pensaste entonces en los espejos, ocultaste esa angustia de nuestras madres; pero fui hecho de muerte y resurrección, por eso mi fe y mis relojes de sodio y dramatismo, magnetos de eternidades enfermas. Oh, padre: nuestras madres son hogueras que nos hacen armonizar con las placas tectónicas de la consciencia. Las huellas digitales las huellas digitales, y las suelas como una gráfica de la bolsa de valores. Somos los deshidratados, los sedientos de químicos y biocráteres de materia oscura, de energía oscura de vitaminas caos ciudades indígenas caos indígenas llameantes oasis caos indígenas raíces hipster del corazón como quien no sabe entender su tiempo y es arrastrado por el viento entre todo el agujero de la noche …ooooooh… desde que supe que mi corazón era un submarino, vi mi nacimiento y sufrí del gozo de esta soledad que será mía porque seré suyo hasta el final, así como vos serás vos hasta el final, oh padre, tu corazón está roto, tu espíritu está roto y el lamento de tu enfermedad es el canto del desequilibrio: Uuuuuuuuuummmmmm…. …..nnnnnnnnNhhhhhhhhUuuuuuuuuuummmmmmmmmmmmAaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiMmmmmmmmNnnnnnnnnnnnnhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…………… OooooHhhhh, padre, mientras no vivás, yo seguiré envejeciendo…………….. MMmmmmmmmNNnnnhhhhhhhhhhhhh... Todo amor bajo la lluvia tiembla y gime. Todo laberinto es el mar atrapado en un ramillete de sangre y neurosis como los corazones…. OOOOOOHHHHHH, PADRE; nuestras madres son nosotros, pero reales…… UUUUuuuummmmmm NNNnnnhhhhhhhAAaaaaaaa… El lamento que llorás padre, es el que implorás con cadencia y terremoto. Pero el lamento, es el amor reventando, lanzando esquirlas a cada molécula de la ficción que es la consciencia, padre. La flor es un signo de la iluminación; entonces la sequía de nuestros aminoácidos parece páginas de silencio, o globos oculares en un estanque de sombras. Destellantes globos en el color desnudo del alfabeto y las aspiraciones, que son llamaradas de la manifestación, oh padre, tu corazón está roto, tu espíritu está roto y el lamento de tu enfermedad es el canto del desequilibrio: …OOOOOOOOhhhh MmmmmmmmmmNNNNNnnnnnnhhhhhhhiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…………………………
Una flor es la luz en la mano de la historia, padre. Flores llameantes son nuestros espíritus y pólvora oooohhhh padre.
NNNNNNNMMmmmmmmmhhhhhhhhhiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii iiiiii iiiiiiiii ii i i i i ii i i
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