miércoles, 7 de septiembre de 2011

JOHN JAIRO RODRÍGUEZ. Poesía Actual de Colombia



JOHN JAIRO RODRÍGUEZ SAAVEDRA, Sandoná Nariño, Colombia, 1974. Zapatos número 39 y ½, y pocas hazañas memorables. Actualmente vive en Bogotá, ciudad rota que ayuda a romper de cuando en vez al sumarse a las odiosas puestas en escena nocturnas capitalinas. Estudiante de Periodismo y jugador frustrado de canicas y de fútbol. Ahora mismo trabaja en un libro de poemas en prosa y en una novela.


BESTIARIOS DE PIEL
[FOTOGRAFÍAS LINGUÍSTICAS SOBRE DESNUDOS DE FABIANA]


1.
Norte a sur, y un poco al occidente, en una vertical hacia la nada, Fabiana se extiende como una rosa muerta apuntando su herida a mi vista que la contempla mundo callándose las lágrimas.

2.
Sobre un rincón de opacos, Fabiana impone su belleza, su delicia. Delicia para los ojos que son bocas vivientes, saboreándola/ mis ojos míos, bucales, tercamente gustativos.

3.
Atada a unos barrotes de cama depresiva, Fabiana riega su armonía dejando que las sábanas impongan un oleaje estruendoso en el diminuto y crudo mar en el que ríe-navega.

4.
Sin más dolor que serse sola, Fabiana se aferra vieja a un niño cigarro apenas suicidado. Nalgas y senos en un solo compás, rítmicos, danzando, traspasan el límite, las puertas, y se acercan a mí, posándoseme briosos y trémulos sobre las escaleras-manos lluviosas.

5.
Con los brazos más alas que nunca, Fabiana resucita, se eleva a fiesta. De pie se queda suspendida en un vacío pleno de música, en un infierno en el que ser ángel sería la negativa.

6.
La mano abierta de Fabiana es un abanico que no produce aire, sino hambres. Mirarla así, con la columna vertebral a punto de volverse puente entre llanto y pesadilla, es atreverse al naufragio y no importarse muerto con los días en contra.

7.
Tres rostros marginales, elegantes, tiene Fabiana, en este rumbo corto que es nombrarla, repetirla en suspiros briosos, dolor musical de vísceras cantando, para no callar y dejar que se esfume y ahonde bella y frágil, con su quietud su movimiento.

8.
Espalda y lunares, avenida limpia y húmeda, la Fabiana de 10:40 p.m. Una comarca en donde suceder es fácil, engullendo momentos, bebiéndoselo todo.


9.
Casta de luna en pleno día, rasgos de paloma violenta volando. Ya no es descriptible tanta belleza contenida, ya no se puede ser ojos solamente. Ahí, quietecita, Fabiana no sabe lo luna que es para este cielo anciano, ni lo hueco grande de su lejos poco.

10.
Fabiana se extiende completa sobre la cama, se crucifica. Pero a mí me gusta también crucificarme viéndola, mirándola hacerse nieve entre el blanco del fondo monográfico, entre lloviznas imaginarias que huelen, en el ser nariz de todo mi cuerpo poco

jueves, 1 de septiembre de 2011

GABRIEL PAZ: Poesía Actual de Ecuador


GABRIEL PAZ (Guayaquil, Ecuador) Poeta y editor. Máster en Educación Superior por la Universidad de Palermo (Argentina). Es autor de los poemarios Kubrick y la máquina del Insomnio (Editorial La Caída, Argentina), Sinergia. Antología de poesía actual (Editorial La One Hit Wonder Cartonera, Ecuador), Revista Los poetas del 5; Palabras Carnívoras. Antología Poética (Editorial Dadaif Cartonera, Ecuador), Pamdemonium. Poesía y Narrativa Experimental (Editorial Camareta Cartonera, Ecuador).

Selección por Gladys Mendía


Camino a Perú (Incompleto)

1

Salvaje, vagaré por la colina, ánima en pos de la fiebre textil me inventaré historias y cantaré bajo la lluvia falsificada botellas de leche que envenenan a los niños
Salvaje, caminaré licuando el vino bajo mis pies, las uvas del hombre....llegaré de todos lados pidiendo albergue en vuestra arca de plástico, mi diluvio de petróleo, frontera a frontera, ahogado de silencio
Por la noche no volverán a verme, me habré vuelto uno con la granja, uno con la poesía, uno con los búhos y sus alas doradas
Salvajes, nada podrá reivindicarnos, ni nuestro conocimiento, ni la lucha divina el desierto el cactus las damajuanas vacías los ancianos en sus uñas verdesla vitalidad espartana del tren todo nos representa
Desde Perú se levanta el polvo de la rebelión: El Cuzco desnuda su maravillosa nave nodriza
Ha llegado desde la primera jornada de estrellas muertas a repartir collares de perlas a las mujeres primitivas

2

Ni los viajes ni la falta de ellos
taparán este hueco:mi gabarra invisible de maderarota en el mueble de la arena pidiendo una bala en su sien detrás de ella, el horizonte que rueda y el horno que despierta suben y bajan en la capsula cerrada en que se ha convertido
Arequipa mil quinientos años después de su último rey


3

No hace falta cerrar los ojos porque lo desconocido conoce nuestra historia
Cerrar los ojos y huirno hace falta Los artesanos esperan cuentan argollas su venganza el silencio su delirio las trenzas
La india más bella con los ojos rojos me miró por última vez le compré una pulsera Cerrar los ojos no hizo falta todos conocían mi historia
la historia de ellos mismos lo desconocido despertándose en la madera del collar


4

Después de un beso tierno en los pies el algarrobo a sus raíces como a sus narices poseso
Después de un coscorrón de fuego diez horas caminando con la cabeza pelada ángel leguminoso tu sombra
Te amamos porque dos veces al añote haces flor