ERICK SARMIENTO (Perú). Licenciado
de Ciencias de la Comunicación, Gestor Cultural y dirige la Asociación Cultural
Colectivo Sur-real. Publico su poemario Eslefànica
(paracaídas editores 2013). Ha participado en festivales de poesía y feria
de libros. Sus poemas aparecen en páginas literarias. Fue parte de la muestra
colectiva de artistas visuales “De la metáfora y el laberinto 2012”. Es
organizador del Festival literario y arte visual “En los Extramuros del Mundo”
(Cañete) y el Festival afroperuano “Kutukà” (San Vicente de Cañete). Difusor y
recopilador de las manifestaciones afroperuanas.
Selección por Gladys Mendía del libro Eslefánica
Aquí
Un silencio plasmado
una palabra tuya
y ya todo es hermoso.
Desde
la humedad de tu piel
Despierta
y dime sino fue la primera vez:
En que volvería
estiraría los brazos
y te remendaría con
ideas
Una, otra y otras puertas
Las he abierto preguntándome:
¿Cómo lo haces?
—si un niño camina en los tablones del aire
Y su voz no retumba tu rostro.
Ni las historias
detenidas donde
nos
asegurábamos de no devolver al tiempo
su
lenguaje extinto y sus caricias atadas.
ERA.
Escribir, re describir:
Las tempestades escénicas de los olores.
La estructura pegajosa de tus huesos.
Y el melodioso
tartamudeo
como brisa arrulladora
se destejía en los
algodonales.
Con enigmas atadas a
mis piernas.
Naufragando en un mundo de esquinas.
Y al otro lado:
Nos seguían abandonando.
Con estruendo clamor en tus mejillas
labios cenizos emanaban.
Dios te salve María
Llena eres de gracias…
ERICK
¡ERICK!
.:.
Manantiales esforosos de sus recuerdos
volvían
al infinito
Algo
más
Guarda el cajón: para las seis,
para las ocho… con todo el llanto.
Y sigamos jugando a lo mismo:
A SONREÍR. A despertarnos
de noche o de día, es lo mismo:
las tonalidades, los horarios, el vacío,
y todo es nuestro.
Repacemos el abecedario:
La letra A se parece a la C, la Z a la K
y pongámosle punto a este silencio
y firmemos lo que nos digan.
3:42am: mamá aún sigue recogiendo más botellas.
Inercia
congelada bajo luz
Antes de
la humedad
el
silencio
los
abismos inconclusos
La hice de los años más ocultos
donde los sonidos del alba
no se desclavaban de las verdades de uno mismo
ni se amontonaban en un abrazo:
Solo peloteaba
dormía
y
soñaba en mi barco de papel:
Sin contemplarlas.
6:00 am– medio día – 6:00 pm.
Y en la agonía de no sentirla, aclamarla…
la yema de los dedos lo era todo:
«en su transferencia de universo a vida».
Escondite
perfecto
Avanza de a uno con tus hermanos
no digas nada
¡Escóndete!
¡Escóndete!
.:.
Una voz visceral me decía.
1957: La frialdad no arrancó
la costilla embrionaria…
Y los sonidos de los claxon, los vasos
y la vieja escoba:
Nos despertaba a las tres de la mañana
Escuchando…
LA BELLA MÚSICA DE UNA MARIPOSA
NOS ESCONDIMOS
Kutukà
Unidos al legado
Mati sigue heredando los contornos infantiles de su
madre.
Y retumban los cañaverales con todas sus voces:
DESEO / LABIO SUDOROSO – DIABLO SIN CERROJO.
¡Y retumba!
Descalzo espanto.
¡Y retumba!
Nudillos de laja.
¡Y retumbaa!
Ah zapatear
zapatear
zapatear...
Me seguía diciendo. Y Yo
solo buscaba un nombre
Irene = voz apropiada al mando de este poema.
Y jugábamos en pleno delirio
desnudando la lengua dentro de su boca.
¡Dormíamos!
—Hurtando semillas eslefànicas de algunos cadáveres.
—Intentando arrancar las edades de las paredes.
¡Volvía!
...al cordón umbilical de mi madre.