jueves, 22 de marzo de 2012

PÁLMENES YARZA: POESÍA DE VENEZUELA




PÁLMENES YARZA. (Nirgua, Venezuela 1916). Premio Municipal de Poesía en 1974 con su poemario Contraseñas del tiempo, ha publicado también, entre otros volúmenes, Elegías del segundo (1961), Borradores al viento (1988), Memoria residual (1996) y Expresiones (2002).

Selección de poemas de Gladys Mendía


de Contraseñas del tiempo



III

Removida la coraza de la noche
endurezco frente a la luz como cualquier otro animal.

Busco el mundo lentamente con pie de caminante.
Huyo de penetrar en vertientes continuas,
de diluirme en las sangres como piedra en las olas.

Fuera mi cuerpo es rada, canal de las palabras.
Vaivén saliente de una rama.
Dentro de mí,
en cada simple corola me sucedo
y devuelvo a los aires toda la fiebre dulce.

Mis nombres olvidados
traspasan la calle, densa de gritos y de párpados.
Yo sigo ciertas alas de errancia y soledad
suspensas en mis labios como palabras de entresueño.

Y recuerdo vilanos blancos, ceibos de infancia,
ubres de los árboles fluyendo en el día.

Ahora el ánima
va cayendo en la tarde, como hoja inmensa.

Voy por las calles de los encuentros. Llueve.
La sed puede arrancarme un grito de metal,
pero he desterrado el vaso en que bebía.
Mi hora viene ahíta de cales.
Un sauce asoma en mis espejos íngrimos.

Creo que el árbol me ve y me inunda de adioses.

Hermano, hermano mío, que miras tus relojes,
del tiempo de tus voces huyo en esta avenida.




de Borradores al viento



5

Vuelvo sobre mis pasos voy buscando
aquel camino sordo y ciego
por donde ir en áspera demencia.
Y llego
a un pueblo de garzas, a un árbol seco,
alto candelabro encendido como ceniza de rescoldo al viento.

Llego a una garza sola, asoleándose en cruz,
madero gris en invierno,
a otra que ansía ser
la rosa de la amanecida
al abrazo del campo en los herbales,
tomo el alma del día
en la epeira que perfila la curva del camino,
en el insecto del barranco
que viene hasta mi pecho en giro imprevisible.
Mi proyección camina sobre un hilo de sombra.
Oigo que llaman desde un hito lejano.
Te oigo, oigo el resquicio de tu nombre
¿desde dónde?, ¿adónde?
Me encuentro con la luz, borrada, ausente,
y una palma va en el cielo
y el ceibo todo blanco se empina hasta la nube
como fábula o leyenda.
A un refugio que parece un ilusorio secreto
me encomiendo en este día de diciembre.

Estoy aquí, en Pálmenes y el silencio
y doy de mi pan a la ardilla o al saucedo.
A través de la rama el sol asoma el cielo.
Tú naces lejos, lejos.
Baja una abeja una hormiga por las sobras de mi mesa.
Vacila en la hoja verde la gota de rocío
y cae y se funde en mi frente.
Lagartos transeúntes en tropilla
atisban a este-oeste en la redonda sombra
que proyecta la nube inmóvil.
Mi mano estrecha una mano que no existe.
En el aire quieto crece el instante
huevo de vida y muerte.

miércoles, 7 de marzo de 2012

MARÍA AUXILIADORA ÁLVAREZ: POESÍA VENEZOLANA




MARÍA AUXILIADORA ÁLVAREZ (Caracas, Venezuela 1956). Estudió Letras Hispánicas en Estados Unidos y Artes Plásticas en Colombia y Venezuela. Ha dado clases en Miami University (Ohio), University of Illinois y UNAM (México). Ha hecho crítica literaria y cultural, y ha expuesto en diferentes ocasiones su trabajo plástico. Es miembro del Consejo de Latin American Studies Association (Sección Venezuela). Ha publicado los siguientes libros de poemas: Cuerpo (1985), Ca(z)a (1990), Inmóvil (1996), Pompeya (2003), El eterno aprendiz y Resplandor (2006). Continúan todavía inéditos: Sentido aroma (1994), Pájaro que vuelves (1994), Páramo solo (1999), Tránsito de ruinas (2005), Un día más de lo invisible (2005) y Paréntesis del estupor (2009).
Entre otros reconocimientos, ha recibido el Premio de Poesía del Consejo Municipal de Cali (Colombia, 1974), el Premio Fundarte de Poesía (Caracas, 1990), y el Internacional Award María Pia Gratton (USA, 1999).

Poemas seleccionados por Gladys Mendía


Poema Cuerpo (11)


11
conozco
el tiempo de cocción de las legumbres
las verrugas de las ratas
la importancia de ser la hembra
lo tácito de la procreación
me detengo
en el genital y el alimento
cada día
y recibo de ellos una vida
y una muerte
renovables
y voy desarrollando
un acercamiento
de maxilar de culebra
y voy desarrollando
un sabor sicópata
en la lengua
mientras juego con la basura
y los excrementos
de mi hija
a ella le enseño
la propiedad afectiva
de los dementes
y los mamíferos diarios
muertos en la cocina



Poema Cuerpo (5)

5
sala de parto
MOSAICOS RESES CUCHILLOS
cocina que desuella sin anestesia porque su dueño se lava con
ella el órgano tibio por si acaso cauteriza su conducto lácteo se
ríe cerebral enjuaga sus nervios sensitivos duerme
lejos
de los colchones plásticos
amnióticos
sangrientos
de la hilera
panza bonete libro cuajar rajar sacar
el relleno
ordenar los mosaicos
cose


Poema Cuerpo (12)


12
ella me abre las piernas
desde el piso
trata de ascender
y no la dejo que ahí no hay nada
se cerró la puerta
se acabó la casa
ella quiere devolverse
por las tardes
se me para entre los pies
calva y caliente y no entiende
que la aparto
que esa puerta se acabó
que no se puede
entrar ya ni salir
ni decidirla
que ya basta de quirófano y cabeza
por las tardes amorosas y sangrientas
y ella tiene miedo
y quiere hundirse
en el útero de nuevo
en la noche y la comida
en su cuarto pegajoso
entre mis piernas
y no la dejo que ahí no hay nada
se cerró la tarde para la cabeza
no hay sangre
ni cuchillo que la conduzca
ni boca de perro que la defienda