YOLANDA PANTIN (Caracas, Venezuela 1954) Poeta, ensayista y editora. Estudió Letras en la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas. Vinculada al grupo de poetas mujeres reunidas bajo la denominación de «Generación del 78», sus inicios literarios la señalan como destacado componente del grupo poético «Tráfico». Fue miembro del consejo rector del Fondo Editorial Pequeña Venecia y de la Editorial Luna Nueva de la Universidad Metropolitana de Caracas. Ha publicado Casa o Lobo (1981), Correo del Corazón (1985), La Canción Fría (1989), Poemas del Escritor (1989), El Cielo de París (1989), Los Bajos Sentimientos (1993), La Quietud (1998), El Hueso Pélvico (2002), Poemas Huérfanos (2002), La Épica del Padre (2002), País (2007). 21 caballos (2011, en prensa). En 2004 publicó el libro Poesía reunida, 1981-2004, ese año recibió la Beca Guggenheim.
Poema de
las dos cabezas
Este es el poema de las dos cabezas
Sol
Cuello Cortado
descansa sobre la hierba
Cabeza Soberbia partió a los Australes
Sol
Cuello Cortado
dejó que un insecto
revoloteara en sus labios
y durmió un instante
Cabeza Soberbia
cansada del viaje
haló de los pies a su amante
Estuvieron parloteando un largo rato
Una tormenta siguió a la otra
mas estas cabezas tenían mucho que decirse
Sol
Cuello Cortado
saltó sobre la nieve
y posó sus labios
sobre la boca tumefacta que hervía
sobre un hervidero de palabras
Se contaron sus vidas
Esto era todo lo que tenían que decirse
sus vidas sus amores
La noche las encontró
bajo un bloque helado
-el viento ululaba en el paisaje blanco-
“Es un presagio”
dijo Sol
Cuello Cortado
“No hagas caso”
Cabeza Soberbia sintió pánico
y entrechocaron sus orejas en un largo abrazo.
La canción fría, 1989
Son tres
los zopilotes
Mira volar los zopilotes son horrendos
Allí están en la cornisa del otro edificio
Mientras sirvo el café las aves negras
se han posado en la antena parabólica diríase
atalaya
Cada uno conserva el equilibrio que es suyo y no
del Otro
¿De quién comen?
Ahora vuelan sin moverse no hacen ruido
Son tres los zopilotes ya lo he visto
una madre y dos de sus pequeños
o una pareja de amantes y su sombra.
Los bajos sentimientos, 1993
Piel de
vaca
Silvia Guerra
fue quien dijo
algo acerca
de la res colgada
como un signo (fiero)
o un espejo de
estos tiempos que corren
tras nosotras, mujeres.
Amores perros, es lo mismo,
o no: carne sacrificada. Yo
pensé en Simic, al oírla,
y en su poema de las carnicerías
que había utilizado como pórtico
en uno de mis libros.
Guerra continuó
hablando de sus hijos:
cómo eran
sus cuerpos extraños
aún cuando se habían
descolgado del suyo.
No hay crimen, Silvia,
si se piensa en el desolladero, porque
la suave extensión
de esta piel moteada de vaca
donde Loqui duerme,
es un olvido de infancia.
Poemas huérfanos, 2003
Vitral de mujer sola
Se sabe de una mujer que está sola
porque camina como una mujer que está sola
Se sabe que no espera a nadie
porque camina como una mujer que no espera a nadie
Esto es
se mueve irregularmente y de vez en cuando se mira los zapatos
Se sabe de las mujeres que están solas
cuando tocan un botón por largo tiempo
Las mujeres solas no inspiran piedad
ni dan miedo
si alguien se cruza con ellas en mitad de la vereda
se aparta por miedo a ser contagiado
Las mujeres solas miran el paisaje
y se diría que son amantes
de las aceras/ de los entresuelos/ de las alcantarillas/ del subsuelo
de los subterfugios
Las mujeres solas están sobre la tierra al igual que sobre los árboles
les da igual porque para ellas es lo mismo
Las mujeres solas recitan parlamentos
estoy sola
y esto quiere decir que está con ella
para no decir que está con nadie
tanto se considera una mujer sola
Las mujeres solas hacen el amor amorosamente
algo les duele
y luego todo es más bien triste o colérico o simplemente amor
Estas mujeres se alumbran con linternas
van al detalle
saben donde se encuentra cada cosa
porque temen seguir perdiendo
y ya han perdido o ganado demasiado
Ellas no lo saben
porque van del llanto a la alegría
y a veces piensan en la muerte
También planean un largo viaje e imaginan encuentros posibles
Administran el dinero
compran legumbres
trabajan de 8 a 8
Si tienen hijos hacen de madres
son tiernas y delicadas
aunque muchas veces se alteren
un pensamiento recurrente es
ya no puedo ni un minuto más
Las mujeres solas tienen infinidad de miedos
terrores francamente nocturnos
los sueños de tales mujeres son
terremotos catástrofes sociales
Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata
llevan el mismo cuello airado
lo cual no quiere decir que no quieran a nadie más que a sí mismas
esto es completamente falso
Lo cierto es que la casa de una mujer sola
está abierta a su antojo
Una mujer sola
no puede curar su soledad
porque nada está enfermo
se remedia lo curable
una gripe o un dolor de estómago
La mujer que piense que su soledad es curable
no es una mujer sola
es un estado transitivo entre dos soledades
infinitamente más peligrosas
Una mujer sola es una mujer acompañada
aunque de este hecho no se percate más que el zapato
al que mira con detenimiento
o el botón
que parece representar algo verdaderamente importante
como de hecho lo es
como los árboles o el cielo
sólo que el privilegio que deriva de semejante atención
es más bien propio de las almas temperadas al siguiente fuego:
id contigo
para estar con vosotros.
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