DANIEL ARELLA (Venezuela, 1988). Licenciado en Letras mención Lengua y literatura
Hispanoamericana y Venezolana (ULA). Ha publicado el poemario Al fondo de la trans-parencia (Editorial
el perro y la rana, 2011); El loco de
Ejido (plaquette, Colección Ojos de videotape, Los Poetas del 5 Editora, Santiago
de Chile, 2013). Recibió el XIX Premio Iberoamericano de Poesía por Concurso
“Ciro Mendía” en el 2015 (Colom-bia), con su poemario Anatomía del grito.
Selección por
Gladys Mendía de El andrógino ebrio en el
haitón (Nuevos Clásicos Editorial, La Paz Bolivia, 2017)
Regresé
a mi casa tarde
Mi
cuerpo era la sombra de mí
Era
cierto
Un
templo que ardía
Mi
cuerpo era la casa del misterio
Mi
cuerpo era un Sol que vibraba en
el
aire
Regresé
a mi casa solo, eterno
Herido
de amapolas
Dormido
sobre mi padre
Era
un Dios que amanecía en las piedras
Era
un Dios
Ebrio
en el Haitón
Estaba
solo
El
mar hacía sangrar la luz
Las
olas derramaban su pasión y herían
Era
tarde
y
estaba solo
Las
piedras eran máscaras de dolores
antiguos
Dolores
viejos del mar
Yo
amanecía en mi cuerpo
Era
tarde y estaba solo como el sol
Como
el sol
Solo
en la tarde
amanecía
mi dolor
Bebía
Cocuy
Y
el mar volaba en mí
Mi
cuerpo era suyo
De
madre en su misterio
Estaba
mojado como un resplandor
Era
puro vírgen flor
Era
príncipe de mi destino
Puro
como el ardor yo moría
Acabé
sobre el mar
Lo
teñí de blanco
Estaba
agradecido
El
mar de blanco ardía
Las
gaviotas
cayeron
como estrellas
Sobre
el mar y lo apagaron
No
pudieron
Fue
mi primer cielo abajo
El
primero
Mi
miembro se endureció con el árbol azul
Mi
clítoris con sus hojas rojas
El
viento fue orgasmo del silencio
Era
dueño de todas las palabras y callaba
Quería
deslumbrar a la luz
Con
mi misterio
Y
hacerla mía
Era
mía
La
luz
Y
mi sangre se congelaba en las alturas
Era
mía
La
luz
Y
estaba oscuro
El
silencio era luz y todo amaba
Mi
destino estaba completo
Vivía
aún
En
mí no cabía
(No
cabía)
Los
colores del instante
Miran
su soledad desde mí
Y
la verdad amanece
Desnuda
como la piedra en mí crece
Estoy
otra vez mojado
Y
ebrio soy sonido alado
La
luz de mi cuerpo
Pudor
del espacio
Me
arropa hasta saciarme
Hasta
saciarme
Me
arropa
La
luz de mi cuerpo
Amanezco
para estar
Anochezco
para ser
En
el Haitón el aire milagrea
La
sombra es santa
Todo
para mí es azul
Sucumbo
Los
duendes se masturban
Para
dormir sobre el aire
Las
ninfas se arrastran hasta la entrada
Y
sueñan la música que soy
Los
tengo tieso
Es
una piedra que apunta
Es
una piedra abriendo a la noche
El
sol recuerda esa piedra
Pero
cuando amanece la olvida
O
no la olvida
Soy
triste
Aunque
alegre
Siempre
ebrio para el misterio
Ebrio
Bailo
para que las flores bailen
Y
el día baile
Y
los animales bailen con mi esperma
Y
con mi esperma la Diosa del Haitón ría
Y
se ilumine su promesa
Su
muerte
Sea
luz en la cueva
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