ALEJANDRO SEBASTIANI VERLEZZA (Caracas, Venezuela 1982). Licenciado en Comunicación Social
(Universidad Santa María, 2005) y Letras (Universidad Central de Venezuela,
2013). Cursa el diplomado en Estudios Liberales en la Universidad del Valle San
Francisco. Participó en la IV edición de la Semana de la Narrativa Urbana, así
como también en los proyectos expositivos Ciudad volátil: arquitecturas
transitivas de la vanguardia caraqueña (La Caja, 2011), Confluencias (Caracas,
Galería Universitaria, 2012), Reflejos vagabundos (El Buscón, 2013) y Caracas
horizontal (2013). Ha publicado una plaquette –Posdatas, El pez soluble, 2011)
y Derivas (Bid&co, 2013). Ha facilitado talleres literarios en la ONG
Corriente Alterna, Librería Kalathos,Centro Cultural Chacao, Artkao, la
Universidad Simón Bolívar y el ICREA.
Selección de fragmentos
por Gladys Mendía del libro Posdatas
voy ganando más
en blanco y puedo presentir si
hay un fondo;
pero no hace falta precipitarse
hacia el abismo,
solamente estar quieto y aislado,
escuchando el
dúctil rumor: olas de sangre
navegando por
las arterias; cuando una sola
tantee la
implosión, habré llegado sin darme
cuenta al júbilo.
…
suéltame en la quemazón del aire, cegado por el
laberinto, es
pronto para rodearme con la asfixia:
quedaré, lo sé,
como el que sale del mar, exhausto
y medio sordo,
sitiado por el sol; no más llamados,
quiero
abandonarme en el aliento de tu no;
arráncame en la
encrucijada, hazme girar hacia
el lugar donde
el polvo se revuelve: allí me abarco
y expando. Te lo
ruego, que voy a soltarme de la
carne para
perseguir la imagen.
…
semillas,
fragmentos de recuerdos informes, me
van sitiando
ocasionalmente;
deseoso de
lanzarlos al olvido, fallo
y van
acumulándose conchas de acera, traspatios
de bares
deshechos: chocaban las copas en su
risoteo,
preferían claroscuros, sótanos, en el horno
intentaron
transmutar sobra en caldos milagrosos
ahora unos potes
de basura me devuelven una
dimensión más
real del paisaje; pero yo me deslicé
rápido, lo juro,
como si no quisiera que el ojo
pudiera darse
cuenta.
…
tantear esquelas,
dijiste, como si fuera ceniza la
tinta disuelta
por el ondeo de los charcos, espejo
de cuerpos en
fractura;
entre borrosos
juncos y ramas secas, voy armando
una red de
postdatas descontinuadas, sin asombro
ni
descalabro,
apenas con el
perspicaz desaire del que aguantó
una
patada del azar
…
dar vueltas tras
pisadas que no tienen brújula
sin esperar otra
cosa que el mareo del absurdo
como quien
emprende un viaje sin maletas
desatornillado
de las paredes corroídas
sin afán por la
circunstancia azarosa
cuando el cuerpo
juega a favor del goce
enganchado en
posibles travesías devoradas
/ por el tiempo
con los adioses
atravesados en la garganta
sin más que un
agrio estupor
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