martes, 29 de mayo de 2012

MARCOS ARCAYA PIZARRO: Poesía Actual Chilena


MARCOS ARCAYA PIZARRO (La Ligua, Chile, 1979) poeta y editor. Coordina la microeditorial lingua quiltra. Magíster en Literatura Latinoamericana y Chilena. Ha trabajado como soldador, guardia, mecánico de motores diesel y diseñador de páginas web. Ha participado en congresos y lecturas en Chile y Perú. Parte de su obra ha sido publicada en Argentina, Austria, Chile, Colombia, España, México y Nicaragua. Aparece en anomalías: antología de cinco poetas chilenos/as (Zignos, 2007) riesgo país 2007 (alquimia, 2007) nunca/nunca (lingua quiltra, 2009). Prepara la edición completa de 5cHILE.

Selección por Gladys Mendía de poemas del libro 5cHILE


LAS ISLAS OLVIDADAS DEL ESPACIO DE DIOS



de mi único ojo lloraría si llegase a ver                                               

lloraría si no llegase pronto pensé                                                          

entonces empecé a bajar            soñoliento                                                        

La cosa decantó en velocidades superiores                                                    

en veleidades de máquina por cierto                                                             

la Tierra entonces parecía una ecuación medio borrada                         

Sólo cuando se estuvo seguro de nuestra muerte                                             

difícil tono chillón de estos trajes les dije                                                     

Las derrotas espaciales se suceden a ritmo creciente                        

 conllevan una notable decadencia del juego de signos                   

añadido sea de paso                                                                                 

nadie puede quedarse tieso con estos colores de tela                          

que deslucen cualquier aire a trágico                                                        

Bueno                                                                                                                          

a esas alturas ya nos creímos el rollo de                                                                              

meras figuras humanoides             señor Lance                                                                     

así que nos mamamos de lo más bien las condiciones de la                             

puesta en órbita



LAS ISLAS OLVIDADAS DEL ESPACIO DE DIOS II

los mecanismos hidráulicos de recarga nos darían una cierta ventaja pensamos Sobre nosotros en los cielos de verano nos veníamos por esos días abrazados a nuestras Vickers de trinchera/ Javier o a las ligeras Lewis tras las zonas alambradas Detalles sórdidos anotados a vuelo de pájaro y voltaje en esa roca llameante Digamos que teníamos el sueño de vidas enteras a cuestas El cansancio hundido en el juego de sombras por sobre el relieve Desde nuestras posiciones perdidas desde mucho antes de comenzada la guerra También fuimos astronautas de una nave en ruinas también ardíamos por la casa oscura también sentí los cuerpos blandos y fríos también fui un animal desollado al perder mi gigante Y me tocó una playa de infancia y pesadilla Secos y astillosos nos vimos en las ruinas del único muelle que iba quedando Las fotos de nuestras japonesitas a mano para llorarlas así como jugando al héroe "así como jugando con fosgeno" A ver qué te parece mi repetición de la Guerra Asimétrica maldito chica-chico cowboy chilenito          ahora que estás atado a extraños tubos de supervivencia Yo encontré esa frase en un libro de un idioma extranjero que hablaba sobre la Primera y la Segunda Sobre las ambiciones militares de las naciones metidas y nociones sobre los cohetes multifase en la contraportada Me interesó sobremanera el tema de la cohetería de corto y largo alcance en la Segunda Guerra de Arauco el espionaje y la propaganda del Calabozo cHILE Que bien se sentía la vida sin ruido [el hambre] Los cadáveres apilados en un sitio distinto casi casi no dolían casi casi no dolían

Fuimos otros animales en el espacio toda chic del sucio uniforme las benditas/Becerra         Fuimos lluvia           Mantuvimos la línea [la pose] es cierto         Fuimos otros animales a humo de mosquete/ de rifle          Fuimos otros sin gloria     con Pickelhaube    Convertidos a la empresa/Javier     Que se abría la noche con la punta


REFLEJANDO UNA LUZ OPACA


la correlación de fuerzas dentro de los mandos era cambiante/ la conspiración se empeñó en copar las jefaturas/ fui habitando lo bajo/ lo nocturno/ pero nada de esto ha sucedido/ ni los guardianes de lo (im)posible/ a pesar de todos sus males/ a pesar de las muertes/ a pesar de las desapariciones y las guerras y desastres/ a pesar de las razones contrarias/ porque nada de esto ha sucedido/ porque nada de esto sucederá y dije noche y sangre y escribí noche y sangre/ algo ridículo como "medidas atómicas"/ Es apenas el trastorno de la máquina de memoria/ así de célebre/ así de chic el dolor desde la máquina de memoria y dije noche y sangre  y escribí noche y sangre/ a pesar de las razones contrarias/ a pesar de todos sus males y desastres NO HAY TESTIGO/ pero había algo que retumbaba/ algo crepitaba/ dorado/ voluptuosamente verde/ o bien era la inmovilidad como nostalgia                                                                                                                  Qué otra cosa es verdad sino pobreza ¿?/ qué otra cosa es verdad sino pobreza ¿?/ y el Calabozo Chile y la Correccional Perú y Petorca y mi frente cortada y así brotaron esas 10 islas de la negrura NO HAY TESTIGO sólo máquina de memoria/ todo lo negro de mi frente y lo rojo y lo blanco












domingo, 20 de mayo de 2012

ROMINA FRESCHI. Poesía Actual Argentina


ROMINA FRESCHI (Buenos Aires, Argentina, 1974). Poeta, performer y artista interdisciplinaria. Publicó los libros redondel (1998 y reeditado en el 2003, por ed. Siesta), Estremezcales (2000, Tsé Tsé ), Petróleo (2002, Eloísa Latinoamericana), El- pe-Yo (2003, Paradiso) y, entre otras, las plaquetas Villa Ventana (con ilustraciones del artista plástico Fernando Fazzolari, 2003, Ed. Arte Plegable ) ,  3/3/3 (2005, Ed. Proveedora de droga), Solaris (bilingüe, 2007, pájarosló ed.), Variaciones de Òrbita (2010, pájarosló ed.) y Quien siempre gana es Poseidón (2011,Tocadesata) Es directora de la Revista Plebella, revista dedicada a los ensayos y crítica literaria.
Su blog personal es www.freschi.blogspot.com

Selección por Gladys Mendía



Ejercicio Cósmico

)oo ooooo(*





inspirado en las obras

de David Alfaro Siqueiros

y Naye Quirós




)



Caídas las piedras de las grandes murallas,

abandonados los murales por los estados

explotadas las fábricas y sus bolches sin camisa, agigantado el imperio como un corazón enfermo,

migas de pan semejan las esquirlas del pasado

con que juegan

los niños y los viejos. 

Anillo de futuro

dirá la niña maya, boda, estrella con estrella,

dos novias, la pasada y la que cuece,abuela niña,

el futuro en pequeña nuez para el cristal,

sin alambre de púa, sin hambre

sin titanio de titanes ni delirio de viejos demonios.



oo

Hay una niña viva y una niña muerta,

naye y calle, tangoa y gotán, luna

y guadaña de viejo muro, prenda de berlín

única prenda la piedra, señal del muro

del viejo mundo mural, polvo de dioses

polvillo, huey tlatoani, cólera huey,

ese ojo mira su propio vidrio y se hace piedra preciosa

del mirar, anillo sellado del pasado,

hendido por un pico que no cayó sobre su presa

sino sobre la piedra, tesla solar,

rayo que divide al mundo

agua y arena, divide vidas, divida como panes,

rayo de la energía comunal

la obrera de la hoz pequeña,

martillo relojero en mano, mazazo de boj y entenallas

pie de reyes, al fin y al cabo,

lo que se divide suma, adenda, multiplica

la pequeñez de la arena es la muralla,

mira al mar la tierra como una montaña hecha

de pequeños leones alfaro.




ooooo

la pequeña hoz con punta de rubí

que brilla sobre la luna, joyesca

y la niña naye que pica la pequeña piedra,

diamante rosado y brillante del alba de la noche

estrella sobre real se vuelve al alzar

la pequeña mano la pequeña niña

portal de luna de noche, americana filma

el umbral del mural de los cielos, tiempos

alternos, futuros en revuelta sobre pasados,

ruina que parece florecer primera

y última piedra es la joya,

siempre mudo palacio del imperio, pluma de quetzal rota

quebrada de la memoria



pequeña piedra rosada se inserta como cola de escorpión

en el cuchillo alvarado, vuelve su aguijón sobre sí

y así estrella hace girar al astro-

labio, astro mano de niña, piercing de tiempo,

rubí, índice rayo de la serpiente

hijos- nietos de david y millitzin,

alfareros de lenguas rotan el palacio en el cielo

ignoran el metal cortés de la espada, enceguecen

al mirar un casco cabeza luminosa

de vaca de piedra de mendoza,

garay, stalin, roca

julio argentino



rota la selva con su luminaria rota

en itzamcanac o canaan, piedra de pan, cananea

la pequeña, piedra, pulsa el cielo y cae su luz

sobre su cabeza cual pirámide invertida, funesta,

de la tierra, pero del cielo,

pequeña niña de piedra pequeña completa con ella

uno de los murales que aíslan el cubo del cielo, portada del universo, puerto de los siqueiros, 

puerto del Portugal, la pequeña porta la pequeña piedra del inmenso mirar, puñal espada de malinche y correa difunta, rafael, quito y guapulo

de nuevo moral



corra contra el mito hernando alvarado

con su nueva fachada clave el puño sobre el puñal, caiga la granada sobre león y natalia

y cortés roca, rosas

trónchense todos los nombres

con la misma espada de roto espejo de color imperio.






(

Sin titanio de titanes ni delirio de viejos demonios.

O sí, para qué negarlo, el vuelto vuelve siempre,

el reflejo de la estrella a la que vamos

es el pasado

futuro que redunda en todos lados,

menos en la loca

rara, extravagante, boba

propia

piedra de una elección.

Reluce.



*
julio 2010


Ejercicio Cósmico
fue publicado en forma de plaquette por Los poetas del 5 Editora 
en Santiago de Chile, julio del 2011.

domingo, 13 de mayo de 2012


Plebella, revista de poesía actual, edita en 2012 su número 25 y festeja sus ocho años con una muestra gráfica retrospectiva de todas sus tapas, sus ilustraciones más vivaces y eventos especiales.

Del jueves 14 de junio al viernes 13 de julio se realizará la muestra gráfica Plebella 25 en la que se exhibirán todas las tapas de la revista, más algunas ilustraciones especiales y originales, del trabajo sostenido y coleccionable que realizó el artista plástico Eduardo Zabala, ilustrador de Plebella. A su vez, tanto para la apertura como para el cierre de la muestra Plebella invita a celebrar con charlas, poemas, videos y canciones de sus colaboradores.
Programación:
Jueves 14 de junio  19 hs  Apertura de la muestra 
Presentación de Plebella 25
Palabras de Ana Claudia Díaz, Mariano Massone y Natalia Romero
Presentación de videos plebellos creados por Alejandra Correa
Lee poemas y canta: Susy Shock

Tres de los colaboradores más jóvenes de la revista (Díaz, Massone y Romero) son convocados como nueva generación de plebellos para comentar Plebella 25. Se presentan los videos creados por Alejandra Correa para Plebella 25. Lee y canta Susy Shock, (Actriz, escritora cantante y docente. Trans sudaca) que responde en la sección Artes Poéticas /Aires Contemporáneos de Plebella 25.

Viernes 13 de julio 19 hs  Cierre de la muestra
Living de Plebellos
Leen: Carlos Battilana, Alejandra Correa, Ná Khar Elliff-ce, Anahí Mallol, Patricia Jawerbaum, Juana Roggero, Germán Weissi
Poetas amigos y colaboradores de todas las generaciones y etapas de la revista son invitados a leer sus poemas en un Living de la Poesía especial.
Muestra Gráfica: del 14 de junio al 13 de julio en Casa de la Lectura (DGLyPL) – Lavalleja 924 – Villa Crespo – CABA . Visitas de Lunes a Domingo de 10 a 20 hs.

Sobre Plebella 25
Plebella 25 marca el final de una etapa para la revista argentina de poesía. Con muchos proyectos para el futuro, la revista de poesía actual plebella, produce en su número 25 un número autorreferencial en el que muchos de sus colaboradores analizan y  comentan las acciones de la revista en sus ocho años de trabajo. El número incluye además una entrevista a Romina Freschi, directora, y a Eduardo Zabala, ilustrador, realizada por Guadalupe Maradei. La única sección periódica de la revista que se mantiene en este número especial es la sección Artes Poéticas /Aires Contemporáneos, encuesta dirigida a poetas en torno a los temas Poética /Contexto social /Influencias del campo intelectual. Responde en el número 25 Susy Shock.
Poemas de Susy Shock y de todos los participantes de AP/AC pueden leerse en el blog www.plebellacontemporanea.blogspot.com 
Escriben en Plebella 25
Walter Alvarez- Ignacio Antonio –Marimé Arancet Ruda – Carlos Battilana – Marcos Bauzá – Roberto Cignoni- Alejandra Correa- Cuqui- Ana Claudia Díaz- Roberto Echavarren- Na-kar Elliff-ce- Eduardo Espina- Nancy Fernández- Irina Garbatzky- Nurit Kaztelán- Alejandro Kentros- Blanca Lema – Anahí Mallol – Valeria Melchiorre- Guadalupe Maradei- Mariano Massone- Gladys Mendía- Juan Lázaro Rearte- María Laura Romano- Natalia Romero-Mónica Rosenblum- Roger Santiváñez- Enrique Solinas - Susy Shock- Emma Villazón Richter




martes, 1 de mayo de 2012

Sobre Las ruinas de la casa. Por Oscar Rodríguez



En Las ruinas de la casa de Isaías Cañizález Ángel: las ausencias son banderas de la memoria

Por Oscar Rodríguez Pérez.
Venezuela.

Solemos pensar la casa como un espacio glorificado y tal vez una visión dominante hegemónica influya en esta recurrente perspectiva. Freud y los freudianos se deleitarían con significados salidos de nuestros sueños con casas; el más tímido tendría a la casa como un mausoleo, un santuario o un museo y las interpretaciones se perderían de vista en la maravilla. Las imágenes con casas suelen ser de protección, de cobijo, de seguridad, pero en otras se vislumbran desasosiegos, desesperos, angustias. Ya J. L. Borges nos deleitaba con su célebre cuento Ruinas Circulares y el también argentino Julio Cortázar en el cuento Casa Tomada, se atreve a recrear un sueño suyo, donde una pareja de hermanos son expulsados de su casa por unos extraños que van ocupando las estancias. La literatura puede ser ese espacio donde se permite problematizar la casa para mirarla de formas menos sublimes, menos ensoñadoras, más próximas a realidades no tan tiernas pero igual de elevadas; a esto se atreve Isaías Cañizález Ángel en su poemario Las ruinas de la casa: premio de poesía Fernando Paz Castillo 2010.



Chile casa

De seguro, la casa más bella soñada jamás para erigir al socialismo como posibilidad para los pueblos del mundo se visualizó en Chile. Convergieron allí multiplicidad de esperanzas colectivas que desplegaron a todo lo largo del siglo XX, luchas estupendas (a pesar de lo trágicas) aderezadas con la indoblegable y siempre maravillosa terquedad de los pueblos. La casa chilena que se materializa con la victoria de la Unidad Popular en el año 70, por breves instantes, se nos erigió como un inmenso sueño adonde los pueblos del mundo irían a tejer sus más bellas victorias: eso no sucedió así. La ira terrible de una fuerza devastadora y criminal se encargó de arrasar con las bellezas de esa casa para dejarla en ruinas. Esas ruinas están detrás del decorado neoliberal que aún embadurna a Chile y el cual se impuso a con fuego de metralla y muerte. Esas ruinas están allí detrás y no son fáciles de ver, pues para hacerlo se debe tener una significativa y relevante carga de poesía en el ojo del alma:

«Ayer, estas calles estaban pobladas de ilusiones, de alegría, de lucha, de voluntad, del sudor de los obreros. Hoy, la muerte se ríe de estas enumeraciones. Sus arrebatos, su venganza se pasea por las calles y va helando los pies, las manos. Lo que no sirve, lo elimina. ¡Y nosotros somos lo que no sirve!» (“XVIII ¿Por qué fuimos tan ingenuos?”p. 49)

Atreverse a ver esa casa arrasada de lo que fue Chile hasta 1973, por sobre las bambalinas del criminal desarrollismo escondido en los colmillos de la economía de mercado, es el amargo premio al que tenemos el doloroso derecho de asistir de la mano de Isaías quien, consciente de nuestra ceguera, es capaz de recordarnos los verdaderos nombres de aquellas estancias hoy ocultas y llenas de dolor amordazado, como si fuera aquel Melquíades garcíamarquiano que, luego de un largo viaje, regresa para curarnos de la epidemia de olvido. Volver a recrear ese dolor escondido en la memoria, esa impotencia frente a la impunidad del genocidio, esa esperanza truncada por el desprecio de un puñado de patricios ebrios de perversión, supone una de las elevadas hazañas poéticas a la que nos somete, como duro desafío Las ruinas de la casa.


Denunciar desde la poesía

Hubo quienes pretendieron banalizar el acto poético desproveyéndolo de su poder de denuncia. Ya Benedetti lo develaba en su poema Outherness y el padre cantor Alí Primera lo señalaba con claridad en su Canción Panfletaria. ¡Estaba claro para las hegemonías! Conscientes del grave peligro que significa para sus intereses de control cultural e ideológico, las infinitas posibilidades denunciadoras del arte poético, desde los celestiales cenáculos de la poética sagrada y bendecida por esos poderes, se condenaba toda denuncia poética con la acusación de Panfleto. Se premiaba a las ensoñaciones insípidas cargadas de vacíos y ausencias preconceptuadas y se condenaba la metáfora lacerante que rasgaba la tierra y el corazón a fuerza de sencillez. Hoy en Las ruinas de la casa podemos reivindicar y hasta recuperar ese poder denunciador siempre natural de la poesía: ¡En hora buena y de qué manera! Como Ernesto Cardenal lo anunciaba cuando escribió aquel poema poseído del escalofriante verso: «Es Somoza que pasa»; como lo labró León Felipe al describir el acto de sentencias de muerte del criminal Franco; como lo dejó Neruda escrito, casi como epitafio, en su poema Los Sátrapas, así Isaías erige, con el poder de una poesía preñada de anunciaciones, veredictos y sentencias, una poesía que rescata su poder denunciador, la cual tiene la particular genialidad de volverse la voz de los acusados, de los criminales, de los impunes.

“Dicen que de un tajo se puede quitar un seno. Lamento haber fallado. Luego lo recogemos. Espero que entiendas lo complejo que resulta mi trabajo. Así que no cuentes cosas con llanto. Dame algunas direcciones. Después podemos leer la borra del café, descifrar los trazos restantes de tu mano, juntar estrellas y también buscar el pedazo de teta que se te ha caído. ¡Necesito nombres!» (II Gitano, p 16)

Desde la múltiple lógica de la poesía, se nos coloca la espiritualidad en la limitada lógica del homicida, se nos recuerda desde la extrema acción de su perversidad, sin renunciar a la probabilidad poética. He allí la ruina. Lo ruinoso no está en lo que se quiso arruinar: ¡No! Lo ya arruinado (la hegemonía) fue lo que vino a arruinar la casa erigida. La ruina no es la casa ahora arruinada sino lo ruinoso, lo ruin que no puede sobrevivir sin imponer su ruindad. Por esta razón poderosamente sensible, la denuncia habida en Las ruinas de la casa, lacera nuestra memoria porque nos coloca en la dimensión del ruin con todas las posibilidades y con la imposibilidad de transitar los enunciados metafóricos sin comprometernos con la memoria.

«Si tengo la mirada extraviada y las manos ceñidas a los bolsillos, si la boca se me seca y las palabras se vuelven afilados cuchillos, si para nombrar las cosas agacho la cabeza y apenas puedo tropezarlas, si mi respiración es la de un eterno difunto, si al veme parece que un abismo me atraviesa el pecho, si no llevo la gloria de los mártires, si no resucité al tercer día, si no me ufano de mis derrotas, si camino de espaldas al sol, si me hago el sordo en las plazas, si me escondo entre la maleza de los parques, si hablo de gente que nunca existió: ¡soy de los testigos que cedió al ímpetu de las patadas!» (VII Testigo-Testículo p. 22)

Pero hasta la memoria queda develada en sus debilidades tramposas, en las mediatizaciones perversas de la hegemonía, en sus posibles ruindades cuando el poeta nos dice:

«La memoria es la puta salvaje que me insulta/ con su cara de privilegios domesticados» (XIX ¡Volvieron! p. 51)

¿Cómo no detenerse a ver esta casa? ¿Cómo no auscultar la profunda ruindad humana que causó estos dolores? ¿Cómo no devolver con desprecio el atropello, la maldad, la inconsciencia que generó la ruina? ¿Cómo no recordar y recordar y más recordar estas voces degeneradas que se acusan a sí mismas desde la impunidad adonde van a bailar el miserable delirio que los acompañó entre tanto ensañamiento?


Las ausencias son banderas de la memoria

«Yo pisaré las calles nuevamente/ de lo que fue Santiago ensangrentada/ y en una hermosa plaza liberada/ me detendré a llorar por los ausentes.» Pablo Milanés

Quienes causaron tantas ausencias son los denunciados en propia voz desde la poesía. Este omnipotente amedrentamiento, esta violenta podredumbre que se impuso y que ahora genera las mil y una ausencias debe ser señalada desde los cuatro costados del espíritu, desde la infinita habitación de la memoria. Dentro de las ruinas aún existe el desafío de renombrar argumentos enterrados a fuerza del terror, del espanto. Hay ecos emergentes que aguardan su hora y cada tanto escuchan las campanadas de la calle para repetirse entre tanta ausencia de sí misma.

«No pueden, con sus lamentables uniformes, socavar la voluntad de un Pueblo que le dio la concha e’ su madre de ser libre. Su cobardía, sus pisadas, insolentes sobre nuestras cabezas, precisan más que de botas negras. No bastan sus perros escupiendo su aliento sobre nuestra sangre. No olviden que la miseria de sus postradas formas de progreso, se pudren ante la insolencia de nuestra eterna rebeldía. Ustedes matan Ustedes matan sólo saben de la muerte. Nosotros juntamos la arena las piedras las lápidas de un templo profano, donde sus malditos fusiles son nuestros breves epitafios. Ustedes matan: ¡pero para matar a los hombres de la Paz, se necesita más que los caprichos de un infeliz General!» (XIII El clamor de la piel pp 38-39)

En una dialéctica asombrosa, ausencia y presencia se dinamizan entre Las ruinas de la casa. Los ausentes hablan en la voz de los presentes y viceversa. Los muertos hablan entre los miserables estertores de sus asesinos, allí se integran a nuestra vista desde sus cuerpos lastimados, desde sus tumefacciones para adentrarse en nuestro espíritu y revivir. El cineasta argentino Eliseo Subiela en su filme No te mueras sin decirme a dónde vas (1995) crea el fantasma de un joven desaparecido, quien le dice a un amigo el lugar donde se encuentra su cadáver enterrado. Hoy desde la poética, Isaías Cañizález Ángel se atreve a mostrarnos en su elevada visión a los ausentes, cuando denuncian la complejidad oculta en las ruinas donde aún están reinando los ruines.

«Somos la sombra que edifica su propia lapida y fermenta el licor profano de su capitulación. Moradores de una cárcel donde la piel se va cayendo a pedazos y el color de la sangre santifica la impúdica levedad de la existencia. Sólo nos quedan estos retazos, estos flácidos cuerpos que son usados como ejemplo para que los eduquen, para arreglar lo que se ha podrido, para borrar tantas utopías juntas y también para que el orden suba por las paredes» (X Por las paredes p 26)

Y en una estupenda dinamización de la memoria que se desacraliza a sí misma, el poeta nos elabora una advertencia que es denuncia y conjuro a la vez; que pudiera tomarse como una travesura propia de las memorias, cuando se ven obligadas a ocultarse para librar batallas en mejores condiciones.

«La memoria viene ahora en forma de propaganda. Escondida en una cajita feliz. La memoria es la que punza mis noches y me dice, nos dice: ¡volvieron!» (XIX Volvieron, p 51)

Las ruinas de la casa es un espacio poético del que no se puede escapar sin antes ceder a la más necia indiferencia, al que no se puede acceder sin comprometerse con la eterna visión de sus imágenes obligadamente espantosas, con la denuncia de ruindades omnipresentes, con el deseo de reivindicar esenciales ausencias. Si alguien quisiera comprender al alma del pueblo chileno desde su terrible tragedia de 1973, bien podría quedarse por algunos momentos entre estas páginas, donde se visionan estas ruinas y las bellezas ausentes que se atrevieron a soñar una casa, donde todavía gritan justicia.


Datos del poeta:

ISAÍAS CAÑIZÁLEZ ÁNGEL (Venezuela 1973) Magíster en Estudios Culturales de la Universidad ARCIS de Santiago de Chile. Egresado de la Academia de Administración de China. Licenciado en Letras, mención Lengua y Literatura Hispanoamericana y Venezolana de la Universidad de Los Andes (Cum Laude). Fue Investigador de Casa de Las Américas, La Habana, Cuba. Ex profesor de trayectoria en diversas instituciones nacionales. Es autor de “De los magos” estudio crítico de la narrativa breve cubana de los años sesenta. Ceremonia de lo adverso,  poemario con el que ganó el Premio Municipal de Poesía, (Trujillo-Venezuela-2003). En 2010, publicó Profanaciones y Derrotas; y ese mismo año, obtuvo, en su país,  el Premio Nacional de Poesía Fernando Paz Castillo con Las ruinas de la Casa.  Actualmente es profesor de la Escuela Venezolana de Planificación (EVP) y acaba de culminar Las buenas razones, poemario que pronto será publicado en Caracas .