jueves, 21 de septiembre de 2017

DANIEL ARELLA: Poesía Actual Venezolana




DANIEL ARELLA (Venezuela, 1988). Licenciado en Letras mención Lengua y literatura Hispanoamericana y Venezolana (ULA). Ha publicado el poemario Al fondo de la trans-parencia (Editorial el perro y la rana, 2011); El loco de Ejido (plaquette, Colección Ojos de videotape, Los Poetas del 5 Editora, Santiago de Chile, 2013). Recibió el XIX Premio Iberoamericano de Poesía por Concurso “Ciro Mendía” en el 2015 (Colom-bia), con su poemario Anatomía del grito.

Selección por Gladys Mendía de El andrógino ebrio en el haitón (Nuevos Clásicos Editorial, La Paz Bolivia, 2017)




Regresé a mi casa tarde
Mi cuerpo era la sombra de mí
Era cierto
Un templo que ardía
Mi cuerpo era la casa del misterio
Mi cuerpo era un Sol que vibraba en
el aire
Regresé a mi casa solo, eterno
Herido de amapolas
Dormido sobre mi padre
Era un Dios que amanecía en las piedras
Era un Dios
Ebrio en el Haitón




Estaba solo
El mar hacía sangrar la luz
Las olas derramaban su pasión y herían
Era tarde
y estaba solo
Las piedras eran máscaras de dolores
antiguos
Dolores viejos del mar
Yo amanecía en mi cuerpo
Era tarde y estaba solo como el sol
Como el sol
Solo en la tarde
amanecía mi dolor




Bebía Cocuy
Y el mar volaba en mí
Mi cuerpo era suyo
De madre en su misterio
Estaba mojado como un resplandor
Era puro vírgen flor
Era príncipe de mi destino
Puro como el ardor yo moría
Acabé sobre el mar
Lo teñí de blanco
Estaba agradecido
El mar de blanco ardía
Las gaviotas
cayeron como estrellas
Sobre el mar y lo apagaron
No pudieron
Fue mi primer cielo abajo
El primero




Mi miembro se endureció con el árbol azul
Mi clítoris con sus hojas rojas
El viento fue orgasmo del silencio
Era dueño de todas las palabras y callaba
Quería deslumbrar a la luz
Con mi misterio
Y hacerla mía
Era mía
La luz
Y mi sangre se congelaba en las alturas
Era mía
La luz
Y estaba oscuro
El silencio era luz y todo amaba
Mi destino estaba completo
Vivía aún
En mí no cabía
(No cabía)




Los colores del instante
Miran su soledad desde mí
Y la verdad amanece
Desnuda como la piedra en mí crece
Estoy otra vez mojado
Y ebrio soy sonido alado
La luz de mi cuerpo
Pudor del espacio
Me arropa hasta saciarme
Hasta saciarme
Me arropa
La luz de mi cuerpo




Amanezco para estar
Anochezco para ser
En el Haitón el aire milagrea
La sombra es santa
Todo para mí es azul
Sucumbo
Los duendes se masturban
Para dormir sobre el aire
Las ninfas se arrastran hasta la entrada
Y sueñan la música que soy
Los tengo tieso
Es una piedra que apunta
Es una piedra abriendo a la noche
El sol recuerda esa piedra
Pero cuando amanece la olvida
O no la olvida



Soy triste
Aunque alegre
Siempre ebrio para el misterio
Ebrio
Bailo para que las flores bailen
Y el día baile
Y los animales bailen con mi esperma
Y con mi esperma la Diosa del Haitón ría
Y se ilumine su promesa
Su muerte
Sea luz en la cueva




miércoles, 13 de septiembre de 2017

ELÍAS HIENAM: Poesía Actual Chilena



ELÍAS HIENAM (seudónimo de Carlos Arias, Santiago de Chile, 1983). Escribió Letra chica (Mantra, 2008) y El patio de las perras (Libros del Perro Negro, 2010). Algunos de sus poemas han aparecido en antologías como Colección Géneros (ediciones Contrabajo, 2011) y Cámara oscura (Balmaceda Arte Joven, 2010). Además escribe el blog musicadealcantarilla, colabora en publicaciones electrónicas como el Proyecto Kombi y participa en diversos espacios radiales del Holding Precario.


Selección de Miga (Libros del Perro Negro, 2013) por Gladys Mendía



cuidado
hay uvas que por falta de sol
y quizás de riego
se vuelven pasas antes de madurar

de ahí el refrán
no todas las pasas son dulces




*

para contarte desde tan lejos
habrá que soplar palabras que entienda el viento,

como los perros comprenden el silbido amigo desde las sombras
y así la tierra llame a la tierra

y la llama que vuelve termal el deshielo

tuerza su intestino
atenuando el hielo y los desvelos;

para contarte desde tan lejos,
habrá que tener paciencia del eco que todas las lenguas sabe

y oirás del papel confinado a un zapato roto
una llama de súbito reanimada por la brisa




4

cuando se enreda la madeja
hay que tener la paciencia del eco que todas las lenguas sabe
y soplar despacito el nudo hasta que se suelta

o cortar el hilo





11

Pomaire oscura y crespa en sentimiento
son tus ojos en el barro,

agua es el deseo, tierra es imposible,
Pomaire está vedado:

Pomaire es fuego y yesca reflejado en tus ojitos
jarros patos rearmados,
un recuerdo aun pendiente





20 (la vía chilena hacia Pomaire)

Pomaire, empanadas, vino tinto
Pomaire, lo terrible en los hornitos
Pomaire maceteros y vasijas,
Pomaire oscuro y tierno,
mariposas,
cantan, todos saben,

en Pomaire todos saben que la tarde
enrojecida guarda el verde
y trae panes calentitos de ceniza





21

rescata pajarillos
y se le posan mariposas que se llevan su tristeza

(esta se disgrega y desvanece),

como si fueran de pronto
y no pudiera ser jamás sino un recuerdo





26

when the sun goes down in Cartagena
y nos vamos por la playa hacia Las Cruces
se escucha ¡gol! en los locales
y galerías de sujetos se retiran alentando al sol a que regrese




29

entonces corrimos por potreros y baldíos

incendiando con los ojos
nos bañamos en la planta

y allí donde dormimos

estuvo nuestra casa