miércoles, 29 de enero de 2014

BELÉN OJEDA: Poesía Venezolana

BELÉN OJEDA (Caracas, Venezuela 1961). Música, Traductora y Poeta. Egresada del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. Poemarios: Días de solsticio, 1995. Territorios, 1996. Y Graffiti y otros textos, 2002. Traductora directamente del ruso de: Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva, Ossip Mandelshtam y Boris Pasterna.

Selección por Gladys Mendía de Graffiti y otros textos (2002)




Desconcierto

El director dio inicio al concierto, pero, a los pocos minutos, los músicos de la orquesta fueron abandonando sus instrumentos para incorporarse a dirigir.
Al final, los oyentes también dirigían. Había desaparecido la música. También el público. Sólo había directores.








Un grupo de psicólogos extranjeros ha determinado que el género humano adquiere la adultez una vez que aprende a conducir automóviles.
La velocidad ideal para manejar las emociones es de 160 Km/h.
El pensamiento debe ir a una velocidad máxima de 60 Km/h.
Los expertos han determinado que la velocidad ideal para el desarrollo espiritual es el retroceso.








Toda la comarca ejecuta a Mozart.
Dos obras diarias son recomendables para la conmemoración.
“Todo Mozart por el precio de un Salieri” es la consigna.
  







Las grabaciones musicales del siglo XI fueron destruidas por su alta peligrosidad ideológica.
Lamentablemente, no es posible darles a escuchar las interpretaciones originales de esa época. Disculpen.








Eran los tiempos de la dinastía del caucho y Pávlova bailaba en Amazonia.
En esa época desconocíamos la lengua argentina y sus clásicos.
Hemos permanecido desde entonces de este lado de la frontera.


















lunes, 20 de enero de 2014

EDILBERTO GONZÁLEZ. Poesía Actual de Panamá


Edilberto González Trejos (Santiago de VeraguasPanamá, 24 de Diciembre de 1971). Abogado, traductor, docente, poeta y gestor cultural panameño. Miembro Fundador de la Asociación de Escritores de Panamá (2004-2010), Autor de los poemarios "Balanceo" (Panamá, 2003),  y “dioses de bolsillo” (Panamá, 2011). Editor responsable de las publicaciones electrónicas de literatura y pensamiento"TheMeltingPot", "Internatural" y “El Café de las Especias” entre otras. Co-Fundador del Festival de Arte y Literatura "San Francisco de la Montaña", cuya primera versión fue en marzo del 2010 y que ha continuado con su Fundación de Gestión Cultural FIAT LUX hasta la actualidad. Actualmente funge como Presidente de la Alianza Francesa de Panamá. Como abogado es socio fundador de la firma GONZÁLEZ-TREJOS & ASOCIADOS (2007 a la fecha).


Entre otras distinciones ha sido Jurado del Concurso de Cuentos “José María Sánchez” organizado por la Universidad Tecnológica de Panamá (2012).

Selección por Gladys Mendía de fragmentos del libro Vísperas solemnes del agua



Arenga
PROHIBIDO ser tú mismo- me dijeron.




Decir adiós a los iconos
Más allá de la fe.
Creo.




He invocado al más allá
para ver el rostro del padre
del animal que he sido
(Si has llamado al más allá
cierra los ojos    abre la puerta
Abraza el Fuego)




Perdido en el sendero
la montaña me espera.
Doy vueltas
en torno de mí mismo.
La montaña sigue allí.
La voluntad no basta.




Abrazo el vacío con mi angustia
perplejo ante la nada
el castigo es sueño.
La memoria del Edén Perdido
es la certeza del fin.




Hay un surco de goma
represa de sonidos.
Dentro de mi cristal
deseo que estalles.
Nada siento ya
fuera del tiempo.




Cástor y Pólux brillan en el cielo:
destello de gemas
Puedo divisar al Gran Oso que siempre mira al Sur
Al Águila fija en el Oeste
A la Sierpe guardiana en el Norte
Al Pez Dorado atento hacia el Oriente
Donde sus miradas se encuentran los elementos danzan:
destello de gemas
Una Rosa de Fuego se levanta
del centro de la Tierra.




Hoy es abismo
y la conciencia duerme.
Si el volcán estallara.




Hastío y desierto
La poesía es un espejismo.
Ausente la palabra, el agua.




Ave del alba
corazón sin desvíos
de vuelta al origen.




El ciclo de un cometa termina ante mis ojos
Soy piedra de su fuego
sembradura en el Océano
—una era amanece
ante el eco de la Estrella—.




El ave es un sol migratorio.
La gota es la estrella líquida de la tarde.
Todo cobra sentido en tu humedad.
Cuánto tiempo
me llevará encallar
Cuánto espacio
para el dulce abandono.


Inspirado en “Public Pervert” de Interpol y en Octavio Paz sobre el abandono en la obra de
André Breton.





Un pentagrama de soles
danza sobre mi corazón.




Primero la piedra,
luego el Altar,
siempre la sangre.




El dialecto de las hordas
como el canto
de las aves de carroña.




El demiurgo es un cómic
de aquel psicópata menor
que todos llevamos dentro.




Testigo soy de la impermanencia
Actor del sueño.




Círculo en el Tiempo soy.






miércoles, 8 de enero de 2014

JENIFEER GUGLIOTTA. Poesía Actual de Venezuela


JENIFEER GUGLIOTTA (Ocumare del Tuy, Venezuela  1985). Poeta, cofundadora del Grupo Musaraña, coeditora de la revista Cubile, la hoja poética Madriguera y Ediciones Madriguera en Coro, donde reside desde muy joven. Recibió el Premio del XI Concurso Rafael José Álvarez de la Universidad Francisco de Miranda en la mención Poesía (2009). Poemas suyos figuran en los libros colectivos “Antología de la Cueva” (2006), “Girapoema II” (2009), “Cuaderno de poesía. Nuevas voces” (2010) y la Brevísima Antología Arbitraria Me Urbe, Chile-Venezuela (2011). Ha publicado 490h (2009) y De eso se trata (2013).

Selección por Gladys Mendía del libro De eso se trata



                                                          A Ennio Tucci




De cerrar la puerta y
no olvidar colocar la llave
del lado que quede el cuerpo,
adentro no habrá quien abra.

De lo difícil que es tender la cama
con esa sábana pirata,
metes dos esquinas
y a la tercera se sale la primera.
A menos que se mantengan las cuatro manos
hoy sólo dos.

De los recuerdos en la basura,
los poemas de amor, de sangre,
de niños olor a chocolate...
junto a las deudas de la vida.

Del temor a respirar,
a sentir,
de querer limpiar el baño y dormir.

De lo que surja en el día,
la cucaracha caminando por el cabello,
luego los gritos, el desespero hasta darle muerte...
el ataúd, una extensa cantidad de papel toilet
y a la papelera del baño.

De no trasnocharse,
conseguirle acomodo a la almohada
y no permitir interferencias internas.
Mandar a dormir a los pensamientos.

De intentar levantarse temprano,
no inmutarse, ni deprimirse al girar y
encontrar el espacio vacío.

De sentarme a colorear la piel de Luciano,
verlo comerse el pincel
y las ganas.

De respirar profundo
y jactarse con el olor que ha dejado en la cama,
¡sin exagerar!
debe durar al menos tres días.

De escuchar este silencio
que ahora inunda el cuarto.

De encender el televisor,
escuchar Chespirito desde la cocina
y así sacarle una sonrisa al alma.

De matar a la mosca cuando no deje escribir,
el fusil –matamosca
aún está donde lo dejaste.

De recoger la basura que han botado los perros.

De alegrar al corazón
con una buena melodía.
De dormir interminables horas
esperando el regreso.

De buscar, todas las noches,
el peluche: perro-conejo
en la otra cama.

De mantener las manos ocupadas,
escribir un mal poema y confeccionar un buen cuaderno.

De imaginarnos hablando,
bailando, cocinando...

De pensar en el desayuno: pan.
De pensar en el almuerzo: pan.
De pensar en la cena: pan.

De buscar a Luciano y enviarle
a través del aire dulces besos,
de tomarlo entre mis manos,
de morderlo,
de regalarle mi nariz y que la chupe.

De hacer el día agradable,
reír y soñar con tu regreso.
Verte feliz, tranquilo, amoroso.

De escribir, vivir, sentir
así la soledad y los pesares se nos abalancen.

De despertarme y ver cómo tus ojos me ven,
iluminados llenan los míos de luz.

De escribir el poema más cursi,
el que siempre he querido escribirte
y nunca ha salido el pendejo ese.

De un poema cursi
porque te amo y sabes que daría estos pies y sus cayos.
Te daría de mi copa,
del pan que espero amasar un día sábado,
estas calles, los perros que la habitan, la luciérnaga en el cuarto.
Te amo y mentiría
si dijera que no te extraño. Que he intentado llorar,
que la poesía no me deja dormir,
que quiere dedicarte este cursi poema
cargado de ti, de mí,
de las noches interminables
con poemas de Sabines y el Chino Valera,
porque en definitiva de eso se trata.

De romper el poema,
por patético, por no dar la talla,
por querer parecerse al otro,
esta vaina es mía
y punto.

De saberse íntegramente poética.

De ir cerrando los ojos
porque mañana hay que trabajar,
aún faltan dos días para el descanso
y no llegarás... hasta el domingo.

De tomar el lápiz y dibujar tu rostro en la pared.

De no tomarme la pastilla hoy,
es muy tarde y no deseo levantarme
en la madrugada a orinar y no encontrarte.

De darme la vuelta, no encontrarte,
ver encendida la luz de la cocina y extrañarte.

De toparse con el silencio
en esta esquina y evitar inmutarse.

De ver condensada la energía,
abrir paso con las manos
y entrar a casa.

De socavar los pensamientos
y encontrar el primer beso.

De tocar estas paredes frías
y hablarles y animarlas
y hacerlas reír.

De colgar algún cuadro
que decore el pasillo.

De lanzar cayenas al mar.

De no pensar en las ausencias.

De colocar la canción
que hace vibrar.

De escribir en el pizarrón acrílico
la nota preliminar al llanto.

De vaciar y llenar el closet
una y otra vez.

De eso se trata.

De pegar el zapato
cansado de andar.

De quitarse uno a uno
los cadillos de la piel.

De dejar reposar la vista en la biblioteca
y observar de vez en cuando borrosa las acciones.

De cortarse las uñas.

De lavarse el cabello.

De tenderse en la cama
y sentir cómo la pesadez disminuye.

De no pensar.

De coleccionar árboles
hechos poemas.

De distinguir la luciérnaga
que aparece en el cuarto al apagar la luz.

De cepillarse el hablar
y no saber qué decir
y a quién.

De perder los pensamientos en el hueco del techo.

De sentarse a meditar
y labrar en el hueco del techo un jardín de cayenas.

De recibir a Luciano dando sus primeros pasos.

De verlo y vernos crecer.

De amar.

Dar la vuelta a la página y estar completos,
seguros.