MARÍA
JOSÉ DE NÓBREGA SOSA (Mérida, Venezuela 1997). Estudiante
del cuarto semestre de Letras mención Lenguas y Literaturas Clásicas en la
Universidad de los Andes. Ganadora del XX Concurso Nacional de Poesía Joven
Lydda Franco Farías.
Cables de nube
Eran
tan grandes que se fracturaban
por
el ombligo
Tan
difíciles de masticar que se deshacían
Tan
penosos que rezaban la improvisación
Tan
pesados los zarcillos de mi abuela, mestizos
de
un cuarto mundo
Tan
real que no comenzaba por el pulgar, ni
cerraba
en el índice
Pregunté
el nombre, porque era real
Mezcla
del continuo nuevo
Es
mi psíquica frescura, primero bebió en la piedra.
Oceánide
Nací
sempiternos reflejos
Desperté
el llanto del mar.
(Cuán
difícil se narró su creación)
De
ti, Océano,
Brotaste
cada ninfa cuya piel es la sal.
Azul,
unitario, definitivo, formas, formas.
Del
impreciso deseo que forma mi coral,
De
cristales que contienen al universo,
Del
oír todo grito de mis ojos anunciando su venida, Sueño
Padre
del prematuro sol que se esconde en nuestra arena,
Del
brotar, como cada hija que se deshace al hacerte.
(mensajeros)
A
mis héroes les soy el mar eterno.
Historia de los cuentos
Aúllo cada alabanza al pez
El reino del abandono, la vida incesante, los símbolos del cielo
Breve, la continuidad se hace a sí
Frente espesa, compañía del límite
Todos los días es madrugada
Toda mi vida es la luz del honor
Hoy es toda mi vida.
Octavo fraude
No liberes, desafío al tridente. Asigna lo que un valor
te obligó a renacer. Me equivoco en la academia si la postura
permanece después del olvido mortal. La tranquilidad amasa
a un alquimista, lo apura entre su leyenda de volar como el oro.
No lo hice, engendramos el borde de tu parentesco, así tus cejas
perdonan a Ariadna. Si una nueva piel, reptil real, transformación
larga; puesto desafiante. Si se enrolla más que una pierna,
y es de puntas afiladas. Si repetir pone joyas a la desvergüenza,
mientras
este poco conocimiento es aplaudible gracias a una boquilla,
y permito la elipsis como regalo a la madrugada. Estatura amable,
son tan amplias tus comprensiones. Este metal cuenta con poderes
en el interior, su culpa fue, y así se declaró, pues la visión
de un cuento no sirve en la física revelación.
Pero es verídica en la verde mutación de quién esconde
a un toro, y presencia el deseo de la abominable
pasión. Así encanto mis visiones, y alabo los terremotos
del hermoso paseo hasta Atlántida.
Manejaba
La interrupción que se riega por su frente
Corta trampa en el odio,
desde la mora decidió mi fuerte
No se repiten los errores de la nómada llena de collares
Viaja y cepilla lo mora del edén, no hay hora tarde para las
ruedas
Yo sudo el nervio por la negación, sí aplico el orden de las
fechas
Flotando
en la mayor cascada
curaré
el sentido de su aparición
Ayer tuve calor, sentí el título de la elegancia,
era el cabello, habla oportuna de la asunción
El cabello hasta los hombros, está oscuro, puro,
tengo dos dedos de valentía.
Miedo completo
Cuando el
periódico corrigió mi agua, pensé en el futuro del respeto. En un proyecto que
englobase la independencia como primer argumento. Yo llegaría con la prensa esa
mañana, mientras mi vientre sea un reflector para el miedo. Saludaría al demonio
del viento, querido Pazuzu, entonces el rencor habrá valido la pena. Tendría
guantes, me acostaría reposando el lado izquierdo, daría la bienvenida al que
sacude mi columna por tortura, esperaría los dedos que preguntan tocando la
espalda, cortaría los humos que soportan color al chocar la espalda, tendría
frío por el nuevo lado de la cama, ayudaría al que se oculta lanzando monedas a
la espalda, tendría nuevamente una espalda, le cantaría una canción a nuestra
esposa, esculpiría al primer piano en sostenerse en piernas, pondré sonidos
arrugados al monumento del nuevo orden. Años después el periódico corregiría mi
salud, yo hablaría sobre el déficit, y reiría las grabaciones de un rapsoda que
probó la vulgaridad.
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