miércoles, 6 de octubre de 2021

POESÍA ACTUAL DE VENEZUELA: Carmen Verde Arocha

 






Carmen Verde Arocha (Caracas, 1967). Poeta, editora, profesora universitaria. Licenciada en Letras (UCAB). Editora-fundadora de la Editorial Eclepsidra desde 1994. Tesista de la Maestría de Historia de Venezuela de la UCAB. Profesora de la Universidad Metropolitana y de la Universidad Católica Andrés Bello.  Ha publicado en poesía: Cuira (1997, 1998). Magdalena en Ginebra (México, 1997), Amentia (Premio Contraloría General de la República, 1999), Mieles (2003). Mieles Poesía reunida (2005), En el jardín de Kori (2015); Canción gótica (2017); en ensayo:  Cómo editar y publicar un libro.  El dilema del autor (2013-2017). El quejido trágico en Herrera Luque (1992). Junto con Rafael Arráiz Lucca hizo la selección y prólogo de las antologías: Juan Liscano. Poesía selecta (1939-2000) (España, 2016), Juan Liscano. Ensayos (1949-1997) (Caracas, 2017). En entrevistas: Rafael Arráiz Lucca: de la vocación al compromiso. Diálogo con Carmen Verde Arocha (2019).  Sus poemas han sido traducidos al inglés, alemán, italiano, francés, portugués y se encuentran publicados en antologías de poesía publicadas en Venezuela y en el extranjero. Ha participado en encuentros y festivales nacionales e internacionales de literatura en México, Argentina, Rumania, Colombia, España, Austria, entre otros. 



El sueño de los no nacidos

Los obreros llegaron con el olor de la tierra.
Ella logró reunirlos a todos
y les pidió
que la ayudaran levantar el río.

El agua se suspende con hombres.

Ella encuentra unos fragmentos de una carta
de su bisabuelo.
Camina con cuidado, no quiere despertar
a las mujeres embarazadas que sueñan.

Todo es rápido.
El río pasa y comienza a gotearles a los hombres
por los brazos.

Apúrate en cualquier momento el río
se nos va a resbalar de las manos.

Nos apresuramos demasiado.
La música se toca en pares.
Pronto llegaría el autobús que nos llevará a la fiesta.

Ese día fue más largo que otros.
Los obreros sostuvieron al río por unos minutos.
Todas estábamos pendientes
de que no se enamorara de ellos.

Seguíamos con los deseos de adivinar
lo que viento decía.

Hay estrechos corredores, mucho frío,
y las almas de quienes vienen a la tierra.

Las mujeres traen hachas y palas,
tratan de no molestar a los bachacos
ni lastimar a los que comparten la miel.
Ellas quieren conquistar a la primera
que hace miles de años fue escondida bajo la tierra.

Hallar los huesos.

Los muertos se van volviendo más jóvenes,
hasta nacer de nuevo.
Entonces, nos pusimos a pulir las piedras
y las hojas de los árboles con aceite de uvas.



Ese día descubrimos,
debajo del río
que las almas de los aún no nacidos duermen.



Del libro Mieles. Editorial Binev, 2003




Canto para un cocodrilo

[Primera versión]

Por un atajo el deseo se transforma 
Tú vienes hacia mí
como un tren sobre el mar
con un íntimo sagrado anhelo 
   
Me dueles 
Cocodrilo

Los árboles por doquier
nuestras manos recogen 
flores de manzanilla

Nos sentamos juntos a mirar el Bucare

Aprieto los labios
Te escucho muda    

Cocodrilo 
acaricias los rizos de mi cabeza
los disimulo bien al peinarme
Llueve detrás del mar 
La tierra sigue abriendo mi boca   
Por eso llueve


Del libro Canción gótica. Gisela Cappellin ediciones, 2018



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