Fotografía de Leonardo Brasiliense
Sandra Santos (São Luiz Gonzaga) Escribe crónica, cuentos, poesía y literatura infantil. Realizó varios proyectos colectivos de literatura y poéticas visuales, tales como: “Código Colectivo” (poesía en QR CODE); “Eleições 2010”; “Instalação do Verso”; “Poema em Foco”, “Cartões Galantes”; “Transversos”; “Revista Copa del Mundo Brasil 2014. Publicó Lexofágico – Projeto Instante Estante (2012); Uiara (2011); Galaxias (2014); Coletânea de Poesia Gaúcha Contemporânea (2013); Sabor que Conta (2013); Lindas Lendas Brasileiras (2014) además de publicaciones en revistas literarias de Chile, México, Italia, Canadá, Argentina y Rumania. Sus textos ya fueron traducidos al castellano, italiano, francés, inglés, rumano, guaraní y quechua.
Esta edición de Flor de Udumbara es una versión trilingüe: portugués, español y quechua.
Flor de Udumbara (Hanan Harawi Editores, 2016/2024)
Sandra Santos (São Luiz Gonzaga)
Traducción: Diego Propatto (Argentina)
SOBRE EL LIBRO
Poesía hecha de viajes y de miradas, donde el deseo del lenguaje es la novedad desde la que se contempla el mundo. Poesía, flor o deseo, Udumbara solitaria floreciendo en los intersticios de la realidad. Sandra Santos nos propone un viaje minucioso, donde los lectores podrán encontrar imágenes deslumbrantes, paisajes reales e imaginarios unidos por la costura de los poemas. Y en el centro, el buen augurio que habla de un mundo mejor, posible incluso en los límites de la pobreza y el desamparo.
Poesía experimental, poesía antropológica, poesía de la soledad y el autoconocimiento. Sobreponiéndose a los desafíos de la traducción, Flor de Udumbara nos permite acercarnos a una de las voces más innovadoras de la actual poesía brasileña.
Carlos J. Aldazábal (Argentina)
SELECCIÓN DE TEXTOS
El arte de cultivar girasoles
Van Gogh recoge ahora
quince girasoles en Arles
porque un chamán de las Américas
tiene fiebre y flores en la cabeza
una flor se levanta a las 6:15 de la mañana
para componer un arreglo
quince capítulos de
girasoles amarillos
donde contemplo la luz
de tus ojos
Arpilleras
las arpilleras de Isla Negra
recogen de la calle su bordado
donde guardan la memoria
de todas las mujeres
no hacen ruido
sus armas son agujas
de silencio y acero
escriben ese diario
de palabras prohibidas
en el paño del algodón
y empieza a florecer
la verdad
El calígrafo, el flautista y el poeta
aprehender el aire en el silencio
entre las palabras
concebir el arte
en este vacío
visual y auditivo
pausa
una respiración nueva extraída
de cada fibra
dureza y suavidad
sopesadas
y la mano
está lista
para el diseño melódico de la letra
**
después de leer a Drummond,
¿Cómo recoger
la flor sin nausea?
después de leer a Cabral
después de leer a Cecília
¿qué otro perro?
¿qué otra bailarina?
¿qué dolor después de Poe?
¿qué amor después de Rimbaund?
¿qué canto será Pound?
¿y quién la lucidez
de Éluard?
¿qué sol puede nacer
después de un girasol
de Kerouac?
Catar
un silencio ancestral
me calla
de bruces
cato mis porotos
falla que no sé
habla que fallé
vengo a la superficie
en cáscara y grano
semilla
amputada en vano
invaginada en mí
una serpiente duerme
ajena a toda ficción
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