Freddy Yance (Maracaibo, 1996) Ha participado en recitales de poesía en Maracaibo y Mérida. Fue publicado en el primer número de la revista literaria Insilio. Ganador del tercer lugar en el 1 Festival de poesía del Zulia Cuento con vos, Poesía. Ganador del segundo lugar en el 19 Concurso Nacional de Poesía Joven Lydda Franco Farías con El mar y la montaña. Fue publicado en la antología de joven poesía venezolana Amanecimos sobre la palabra. Autor de varios poemarios inéditos, entre ellos: Arcoiris de Sonido, Calendario marino y Rayos de sol a medianoche.
Selección de fragmentos de Fraia por Gladys Mendía
I
The poetry does not
matter.
T.S. Eliot, “Four Quartets”
La única disculpa de
haber hecho un Libro inútil es admirarlo intensamente.
Todo Libro es
completamente inútil.
Oscar Wilde, Prefacio a “El retrato de Dorian Gray”
Me inicié en la sombra de los abedules por la atmosfera atemporal que
ello creaba en mí Fue por la
sombra, su caligrafía en el suelo, que consideré los árboles como seres Así comenzó mi interpretación
acerca de las ramas, mi análisis acerca de su forma A medida que pensaba en ellos más relaciones
obtenía Pero dichas
relaciones solo aparecían cuando caminaba bajo ellos o veía su escritura en la
distancia
Caminar bajo los
árboles
mirar su forma
reflejada en el suelo
luz & sombra
Creo
que mi interpretación sobre los árboles no carece de valor y es inútil Por eso la considero material para
Poesía Sin embargo, nada es
del todo inútil y nada no lo es
Hay
algo dual y contradictorio en los árboles: su forma es en sí misma su reflejo Un árbol es cuerpo y reflejo de
ese cuerpo Y pareciera que en
su intento de escape duplican obstinadamente su propia forma Duplican
la forma de la que huyen en la forma a la cual se aferran ¿De qué huyen los árboles tan
asombrosamente? Y ¿a
quién buscan con el mismo ímpetu? He
dicho que existe en los árboles una impresión dual, una contradicción
intrínseca Pero, tal
efecto solo es posible porque los árboles funcionan basados en estructuras de 1
& -1 Es decir, si podemos
sentir que los árboles huyen, también podremos sentir que los árboles se refugian Esto se debe no solo a que los
árboles reflejos son de sí mismos, sino a que están divididos simétricamente y
no es perceptible si suben o bajan Aunque
la verdad los árboles van y vienen, y es precisamente ese doble movimiento
opuesto lo que me permite crear esta serie de relaciones En ambos casos se
persigue una esfera brillante como ojos ardiendo En ambos casos al intentar no ser de lo que se
huye se termina siendo su reflejo En
ambos casos el comienzo es infinito
Esto
lo recibí en el aire, al volver a casa Vuelvo
siempre por un camino rodeado de
abedules y cipreses, al mediodía, cuando las sombras son verticales y claras Sucedió que un día me fijé
en las figuras y sentí que eran la seña de una fuga como si las ramas quisieran
escapar del tronco y su grito final resultara ser una flor o un fruto Imaginé inmediatamente
que bajo tierra el hecho era el mismo Imaginé
bajo la tierra mares de flores abiertas Mares
de frutos en éxtasis bajo la tierra Entendí
que algo había nacido Era
la sensación de recordar un verso jamás olvidado Entonces comencé a reflexionar sobre los
árboles asumiendo que un ser, y no la naturaleza, era quien estiraba
voluntariamente aquellas exclamaciones, era quien decidía la lluvia de sus
hojas
LAS HOJAS CAMBIAN DE COLOR
PARA QUE EL VIENTO LAS ENCUENTRE
Un ´rb-l es un árbol sin hojas
porque las vocales son
el espíritu de las Palabras
Las
hojas de los árboles
caídas no son basura
y hablar de la muerte nunca es grato Los
árboles saben que el cielo es inalcanzable y que sus raíces jamás tocarán la
suntuosa esperanza de un abril en
castellano
bajo el sol Sin embargo,
transforman su luz en agua Alimentan
con su aliento al otro que de ellos escapa Y
escriben su vida con su cuerpo
Creo
que bajo tierra, en los extremos de sus raíces, los árboles florean Creo también que bajo la
tierra hay primavera Creo
que bajo todos nosotros hay un bosque enorme cuyo follaje persigue otro sol,
feroz y frágil, como el rostro de un recuerdo
Quise
escribir ese verso recobrado de súbito, cuando caminaba rodeado de árboles, al
mediodía, mirando su sombra Seré
rebelde – me dije No repetiré No acataré ninguna regla Sembraré una semilla de
abedul en un prado de concreto Y que yo
hable acá como normalmente me comunico no empobrecerá la Poesía Después de todo The poetry does
not matter Lo
importante es que los árboles ardan hasta convertir su tristeza en música Sea divino o no, el
silencio es una sinfonía a ser develada Quien
guarda en su corazón la esperanza del amor comprenderá mis Palabras
Es
aquí donde aparece Viviana porque soñé con mi felicidad y desperté llorando Viviana tendrá mi edad, será
lectora de Basho, y caminará junto a mí entre un bosque de abedules, mientras
hablamos, noche tras noche, de nuestra vida y de los Libros que hemos
traicionado
Nos
distraeremos Miraremos
juntos las nubes Cumpliremos
juntos un año de atardeceres frente al mar Y
continuaremos besándonos aunque estemos muertos Porque
yo considero al hechizo que nace cuando 2 se hacen 1 como el único poema en dar
cuenta de los bosques que resplandecen bajo la tierra, y también bajo nosotros
Que
el Libro trabaje como una máquina lúcida Que
cada Línea contenga la totalidad de la Obra como cada árbol es reflejo del
bosque Páginas donde
se eslabone lo perdido con el sueño de recobrarlo Y funcionar con tal energía que simplemente el proceso parezca
una celebración Las
Palabras nacen después de la muerte Y
aunque las Palabras que son no eran las esperadas convendremos muy pronto en que
son las mejores
II
Quizá
hayan bosques gemelos Quizás
un lazo celestial une sus raíces a las raíces de otro jamás imaginado y sus
ramas extendidas entre las estaciones son tan solo el gesto de comunicar esa
espera imposible como un cauce de piernas cruzadas desenlazando la llegada del
torrente
HAY UN LUGAR A DONDE NUNCA LLEGARÉ TARDE HAY
UNA MANO AZUL BUSCÁNDOME SIN MIEDO
Hay
un silencio en mí afilando su cuchilla de palabras Y bajo la piel del invierno corales de amapolas
esperan frente a su máquina blanca mis pasos Ven
caballo celeste Ven nube
de vidrio Ven médano violeta A
ti viajaré con los ojos cerrados El
aire ha encendido una vela Vuela
suave y lejos mi sombra
Toda
hoja es corona de savia Viviana
y yo hablamos del amor bajo los árboles Es
mediodía y todo verdor es lumbre de extremo Yo
sé de un río cuyo cauce desemboca en las nubes Viviana
eres viento a través de mi sangre Eres
álgida como el golfo de las estrellas Sube
del verano a mi boca la bandera de una montaña Pero
mis labios no son toda la felicidad de aquellos que besan Ingenuos
querrían quizá nadar hasta mi memoria como en un film donde éste apacible
mediodía se transforme en un cielo de alucinaciones, en un relámpago de valles
en el aire Viviana, la
excitación me supera
Toda
Hoja es un resultado La
demostración de que -al menos- un alma habita en éste mundo Pero Viviana, ¿has visto éste
árbol y la golondrina amarilla del rocío y la sombra cubriendo a la música de
pie? Toda Hoja es el resultado de una lengua que ha preferido
sentir la luz un instante en sí misma a ser perpetua donde el aire tiene
prohibida la entrada Los
árboles no mienten, y si lo hacen es culpa del viento El viento es la
locura de los muchachos Viviana
y yo miramos la sombra de los abedules Quizás el verdor de éste cielo sea
el reflejo de un mar que pasó como un ángel esparciendo su escarcha de olas que
nunca vendrán
Un
mar ha sobrevolado mi frente ésta mañana Cada
hoja es el reflejo de ese viaje alucinante La savia solo habla del futuro Escapar del ombligo Fabricar una flor Y morir en el será de esa
flor Pero la dicha
es la única flor en escaparse, y Viviana moriré arremolinándome en tu ombligo,
hasta que la aurora me obligue a cantar de nuevo, hasta que vida y muerte
vuelvan a separarse
Para
siempre el mar nunca en retorno Para
siempre el árbol con su hija mirándonos Y
encima de las hojas el gesto del viento dibuja nuestra boca
Se acordó que eran carne, soplo que va y no
vuelve.
El rey David, Los Salmos
“78:39”
La
Hoja aunque virgen no está vacía, pero depende de nosotros vislumbrar la
dimensión azul de su cuerpo Yo sé de árboles que solo viven la
hora donde el cielo está más cerca y sé de otros que no duermen ni dormidos Que la luz permanezca
desnuda sobre éste nenúfar, aun del sol ausente, o que llegada la llama del
cielo repose en compañía de su obra el tránsito de las estrellas Hay una magnitud imponderable como
un amor de brazos derramados en silencio de un puerto a otro del bosque; como
un calor de lunas a punto de no vivir, pero viviendo Captar
el deseo al ser pensado y hundirlo en el vientre muerto de Viviana hasta que el
viento olvide nuestra cobardía en la mirada de un muchacho que jamás
conoceremos, o evitar el ruido de la ciudad al moverse detrás de unos labios
rotos como el horizonte, pero inmensamente bellos como un colibrí en los ojos
de un relámpago
La
belleza es el resultado de un proceso La
savia sin un corazón que la impulse escala la altura de la selva y abre sus
fauces, y respira luz, y muere El
silencio no es una hoja caída, tampoco basura su esplendor empolvado, y sin
embargo, las reinas a veces barren el bosque En
la semilla se halla el grito final del amor Hundir
mis manos en el cielo hasta pulsar la pupila enterrada de mi padre o alzar mi
cuerpo hasta mis labios y caer boca abajo desde mi propia boca en el interior
de mi nacimiento Caigo
en el fruto que seré Mis
manos peinan el follaje de una selva futura y largamente reposo mirando en
picada las nubes Imprimir un rayo rosado de luna sobre la hoja en blanco
de los amaneceres como corona al tallo de éste himno
Nadie
nace, nada muere, es el viento a través de nuestros labios, buscándose para
perderse, o hallándose muerto a cada instante Es
el viento
ES SOÑAR CON EL FUEGO HASTA QUEMARLO Es decir adiós a nuestro rostro Es pintar una noche 2 muchachos
1niéndose
Éste
crecer me ataja Soy
suyo Cuando vuelvo
en autobús a casa, los edificios todos se transfiguran en un bosque de abedules
reluciente, y oigo éstas Palabras de Viviana, a veces en hebreo, en griego, en
toscano, y son claras, y el viento se adueña de mí, y me hincha, y los árboles
se mueven tan rápido, como cielos o mares intentando un abrazo, y el autobús no
es una carrosa, es mi frente, es mi frente, es mi frente de ángel negándose a
comprender: que nadie nace, que nada muere, que solo es viento, que solo es
viento: soplo que va y no vuelve
Hay
árboles jamás tocados por el sol, ni por el calor de una canción de oboes en la
distancia, y sin embargo, comprenden la dicha de ser mencionados por una mirada
alrededor del fuego Quien
cumple una promesa se prepara para la muerte Los
árboles se prometen a sí mismos mediodías triunfales y eternos Aunque
hacer una promesa implica haberla cumplido hace mucho tiempo No porque sean capaces de sentir
esperanza, sino para regalarse el tiempo de una espera imposible Escribir un puente entre dos
flores ausentes El
Libro será una máquina replicando su escape Como
una guirnalda alumbrando la frente de 2 que son 1 para siempre Como el sol duplica la
desesperación de los árboles En
cualquier caso:
CUMPLIR LO PROMETIDO
ANTES DE PROMETERLO
ES LA VERDADERA PROMESA
El
Libro nunca será el Libro que intentó ser Será
el reflejo del Libro que no quiso ser Su
sombra será la caligrafía de un escape Los
árboles son un puente hacia el infinito en crecimiento perpetuo, y quizás
alcancen su objetivo cuando sus hojas cedan al viento, y sus raíces se
confundan con sus ramas Viviana
señala la figura de un abedul reflejada en el suelo Toda sombra es incompleta, y revela, según la edad
de nuestra locura, las dimensiones azules de un cuerpo incalculable, por esa
razón, alzamos los ojos esperando una respuesta
Las
ramas fijan el ritmo de su lectura, es a ellas a quienes les corresponde hablar
desde la sombra sin estar en la sombra ¡Qué
difícil es hablar cuando uno está muerto! El
silencio naciente del límite de las Líneas es un golpe de viento cerrando
nuestros ojos A través de las
ramas la luz de las estrellas iluminando éste andar de la mano con Viviana Que cada Página sea como
las esmeraldas de una paloma en vuelo Que en cada Hoja desemboque el
espíritu de un instante absorbido para siempre
El
Libro no se escribe a sí mismo, pero es como si lo hiciera ¿Qué dice la
sombra de una mujer de la mujer a la cual está sujeta? Hay espacios de luz entre las ramas y son las
vocales de su aliento
Todos
los árboles son contemporáneos El
tiempo es la distancia entre uno y otro, por eso las ramas buscan tender un
puente hasta el infinito, para ello escapan de aquello donde no son, y se
persiguen a sí mismas desesperadamente Del
Libro pretendido solo queda el gesto de haberlo intentado Quizás ésta forma de decirlo
no sea la que yo esperaba, pero muy pronto aceptaré que es la mejor Sentir palpitar el corazón de
la tierra, y allá, entre las nubes, el del mar, y estarse quieto, y respirar
luz, y empujar inútilmente nuestros sueños muertos hacia la cumbre alumbrada de
esmeraldas en el aire
Quizás
el ideal de éste árbol sea volver a ser una semilla como un libro cuyo último
verso convierta la luz en tinieblas Ser
una semilla no es volver en el tiempo, es volver a poseerlo Pero, ¿quién ha sido dueño
de su tiempo alguna vez? ¿No
vamos como tirados por caballos invisibles que tan solo leen Poesía a
regañadientes porque a veces olvidar la vida es posible? El Libro es tiempo condensado por un instante de
sílabas enlazadas Que
las Palabras se graben de tal forma que una vez en nosotros permanezcan para
siempre Que la
Palabra sea puente entre sus hermanas como las Páginas del Libro son puente
entre sus hermanas como el mismo Libro es puente entre sus hermanos porque el
principio y el fin del Libro están fuera de sí como los árboles crecen hacia el
infinito y se quiebran en el aliento de una tarde que no podrá continuar
gimiendo, sin embargo, queda el gesto llamado Libro que no es lo pretendido
sino la expresión de un deseo irresistible
Quien
escribe el Libro no vence la muerte, la duplica La
intimidad entre los árboles y yo ha nacido no porque me reconozca en ellos,
sino porque reconozco que pude haberme reconocido, es decir, éste abedul no me
refleja pero su escritura bajo mis pies pudo ser la mía Quien entrega al infinito su vida a cambio de
luz, pude haber sido yo Sin
embargo, se replica la canción siempre esperada y recogemos los fragmentos del
Libro soñado para entregarlo pulcro como una semilla de abedul en invierno
No
hay una semilla en todas las Páginas en blanco Algunos
árboles solo florean un día antes de morir A veces una sonrisa es tan
hermosamente triste…tan triste El
muchacho por cuyos ojos incendiaríamos el Libro La
estrella que murió y fue un día La
clave del piano desaparecida al tocarla, pero sonando en nosotros para siempre ¡Cuando la hoja grite véanse
las cumbres! ¡Cuando sea el silencio duérmase muy pronto! Escribir con la forma de
nuestro cuerpo eso que ninguna Palabra ha podido aprehender Intento hallar la metáfora
que duplique la transparencia A veces las ramas se extienden hacia
puertos arruinados, entonces debemos moldear el viento, y hacer que nuestros
ojos recuerden un esplendor jamás recibido
LA NOCHE DIBUJA LA MAÑANA;
Y EL FUTURO ESTÁ EN NOSOTROS, Y NO HAY LIBRO SIN NOSOTROS
Atardecemos
en un valle de azucenas en otoño, Viviana y yo miramos el viento, ondeando las
anaranjadas flores en silencio, se oye un río, hay pájaros, pero el aire
hermosamente suspende al tiempo, y podemos por un instante de dioses, olvidar
por qué no debíamos estar aquí, y contemplar las flores, y contemplar su
colores al moverse Las flores son el alma de los
muchachos ahogados por el cantar de las sirenas Escribir
es olvidarse en uno para recordarse en todos El
Libro tendrá el panorama de un paisaje asombroso donde se confundan los árboles
con las flores de los árboles aceptando de ante mano que flor es la muerte de
una rama que ha logrado hablar desde su sombra Muchachas
y muchachos son ahora un valle de azucenas en otoño, luego de sumergir su alma
hasta la película asfixiante de una belleza brutal e inocente Las sirenas como las ramas no
intuyen que mirarlas con delicadeza implique un despojo de esencias de plata
El
sol será nuestro esclavo La
luna escribirá por nosotros Y,
¿para qué estarse quieto entre azucenas? Una
hoja: un árbol; así una Línea: un Libro
Morir
de observarte y vivir de estar muerto Ser
una flor es haber alcanzado tu sombra y haber oído su himno El Libro será un árbol
de flores abiertas hacia dentro como si un sol habitase el fondo de sus Hojas Que cada Palabra se
contemple a sí misma Que en
su autocontemplación las Palabras se extiendan como un valle Las sirenas
cantan aunque no tenga labios, ellas como Viviana señalan cielos submarinos
donde los muchachos se ahogan por florear en sus estrellas
El
Libro no representa al mundo representa al Libro en el mundo Inmersión del silencio de los
paisajes en el silencio de quien los mira
Hay
una estrella enamorada de mí, dispuesta a asesinarme Obsequiar al cielo un momento del día para escucharlo Escribir una sombra brutal e
inocente como la Primera cuando abrir los labios bastaba para doblegar al
viento
Las
raíces de los árboles son negras como el sol El
Libro será finito en cuanto a escritura e infinito en cuanto a lectura, sin
embargo, el Libro final deberá leerse a sí mismo hallando comunión entre sus
Páginas y el empuje de su sangre floreando en su blancura el esplendor de una
playa vacía Un mar
cubierto de nenúfares la noche de un invierno de fuego ¡Oh
Maracaibo, Oh lago! No hay Poemas
en sí, hay sucesiones de esfuerzos, series de sangre prometidas al filo de una
boca dueña de todas las horas del cielo Entre
lo que fue y lo que está siendo hay un puente llamado futuro como amor es
puente entre muerte y nacimiento Reflejar la voluntad de vivir en el
espejo de la muerte hasta que un grito abra las piernas de una cascada
EL LIBRO RECURRE A SÍ MISMO PORQUE ESTÁ SOLO No
parpadear, no detener el remado, no detener jamás el remado
Démosle
la espalda al cielo, bajemos al corazón de nuestra memoria, quizás allí
hallemos una fuente Imaginé que los árboles crecían
hacia abajo con el mismo ímpetu que hacia arriba, entonces me dije – de ser así
también hay ramas, y hojas, y flores, y las flores han de ser negras, y negras
las raíces, y las hojas negras, porque al buscar un sol donde el agua tiene
prohibida la entrada, evolucionarían de tal modo que una negrura reflejase el
resplandor de una memoria que no poseen, el amor de una ciudad que jamás existió Que las raíces del Libro
sean de sonido, y no de color, porque los colores son ideología y los sonidos
espíritu en bruto
En
el tronco cada anillo guarda un significado, y aunque al despertar se olvide lo
sucedido, toquemos nuestro nombre, pronunciemos nuestro rostro, disfrutemos hoy
éste dolor porque jamás volverá a repetirse Sé
que mi obra será destruida, y lo acepto Al
final el Libro será incendiado por la inquisición de mi propia incapacidad No miremos el paisaje,
oigámoslo El tronco es la
carretera de un puente infinito como escritura y lectura del Libro Las hojas son insectos detrás
de tu mirada como si un sol eléctrico habitase el fondo de tus labios Nuestras ciudades son
incompletas como la sombra de los árboles Que cada Página participe del Libro Que cada Hoja devuelva una porción
de la luz consumida El anillo lo dice todo de su
significado pero basta que la atmosfera cambie de semblante para ver un abedul
confundirse con un roble
El
Libro no tendrá índice, al igual que los árboles no tendrá jerarquía, y
recordemos: cada Página es puente entre sus hermanas, por lo tanto, la Primera
es tan imprescindible como la Última; y la Sencilla, y la Vacía, y la
Incomprensible, valen lo mismo en cuanto han aceptado quedarse con nosotros hasta
el final de la película
El
Libro será destruido y de su sangre nacerá un árbol en blanco para que los
niños pinten, o, ¿No es ese el origen de todos los Poemas que me prometiste
mostrar cuando nos conocimos? La
primera rama del árbol podrá confundirse con las ramas del medio, así en
cualquier región del Libro el Verso inicial propondrá una dimensión hasta ahora
desconocida del cuerpo azul incalculable
La
vida es el reflejo incompleto de la muerte Morir
es detenerse un día a ver el sol ¿Por
qué éste Libro me ha elegido a mí para completar su muerte? Me enamoro de mi asesino,
abro las puertas de mi habitación, lo dejo acostarse en mi cama, dormir
conmigo, vivir en mí Pero,
cuando ambos reflejos incompletos de la muerte se entrecrucen, y se pierdan,
¿Quién abrirá sus ojos para soñar a Viviana, o qué padres se reencontrarán
cuando su hijo muera a los diecisiete años en un teatro cerrado bajo la
indecisión de la lluvia?
¿Cómo
sería vivir ignorando la muerte, vivir con la certeza de que hay un día después
de todos los días?
Todo
árbol es enredadera creciendo en el abismo, por eso sus frutos son
ingobernables, por eso los bosques se llaman hermanos Que cada Página de juzgue y se corrija a sí misma Que cada Palabra encuentre su
camino Como
su pronunciación fruto es futuro anudado El
Libro será la revelación de una lengua practicada universalmente pero nunca
reflexionada como los peces que nadan en la luz submarina de las estrellas
Crecer
en el abismo Vértebra
espiral de madera atornillándose a sí misma en su evasiva altura Tocar el mar es entrar en la
muerte de todos los ríos Hay
sol pero las nubes azulean los troncos cercanos al cauce donde Viviana escribe
haikus con una varita de pino que el río al madurar borra El Libro recordará el sueño
antes de soñarlo para celebrar el momento de escuchar su himno Un sonido puede considerarse
música en cuanto más cerca esté del silencio Un
Libro consciente de sus límites UN LIBRO CONSCIENTE DE SER UN LIBRO
Silencio,
voces de Poesía como las chispas de un bosque ardiendo bajo el mar
Fruto,
futuro anudado en un movimiento pesado de la lengua rígido gluglú de sílaba
seca La u sabe como agua de
río Viviana limpia sus ojos
con palabras frescas
¿Quién
después de andar una tarde de la mano con Viviana en un bosque de abedules no
ha sentido que los árboles están de cabeza, y que si hundiera los dedos como
endecasílabos labios podrían ser golpeados por la verdadera canción del
verdadero río en el verdadero viento?
La
urgencia del Libro jamás será la verdad, y aunque pudiera describir la otra
cara del Señor de la Aurora, le bastará bañarse en una cascada con nombre de
mujer
Olvidemos
la historia, olvidemos los ciclos, olvidemos la sangre; olvidemos la sangre y
recordemos al viento, y solo al viento El
Libro será voz donde reine el silencio, y silencio donde solo haya ruido Toda Palabra es la sombra de su significado,
de todo su significado Tender
un puente infinito entre 2 que son 1 El
silencio baila en los labios de Viviana, mientras ella sueña un incendio en la
luna
El
Libro no se escribe para la muerte, tampoco para la vida, se escribe para
entregar-
se
a ese otro Libro que anida en Él Los
árboles esperan hallar en las estrellas aquello que los montes jamás han
prometido Hacernos promesas que
jamás alcanzaremos por el solo placer de imaginarlas La ciudad está incompleta porque ella también es
una sombra
¿Dónde
se derrama todo el brillo de una noche, dónde convulsiona su música en la
sangre?
¿Quién canta en las orillas del Papel?
Octavio Paz, Bajo tu clara sombra “Arcos”
No
llueve, no hay sol, no hay nubes, no hay cielo, no hay nada Viviana y yo caminamos un
bosque de noche envueltos con nieve No
hay estrellas de sueño en el horizonte, no hay esferas de silencio estampadas,
no hay legiones de galaxias de espuma buscando una Palabra para liberase, no
hay nubes, no hay cielo, no hay nada El
Libro será el grito blanco del tiempo inmerso en sus páginas Que el sonido viaje como una
antorcha azul entre los ojos Que
la antorcha consuma la Página al término de su recorrido para que el aroma de
las azucenas tenga su luz en el espacio
Hay
un cielo, hay un mar, hay una tierra y millones de árboles cubriendo el
horizonte Hablo como si
tuviese muchos años, y no los tengo, los he perdido Que cada Página guarde la profundidad de una ciudad en
un golpe de mariposas soñadas por los muertos Avanzar
en el Libro a veces implica ir en su contra porque la ira nos permite sondear
regiones del amor que de otro modo permanecerían oscuras, ilimitadas Por no conocer el final se dirá
infinito, por recordar su comienzo se dirá ordenado, pero es falso, el Libro
POR TU SOPLO GIRA EL TIEMPO POR TU SOPLO EL PLANETA SE DETIENE
Hay
momentos para ser prosaicos y hay otros para contar tildes, mantener ese
equilibrio, o perderlo, es tarea del Libro Nuestra
única ambición será la escritura de un Libro que sirva para nada donde se
manifiesten los ojos del muchacho por quien de ser necesario incendiaríamos
hasta la última Página o Palabra del Libro
Llueve,
hay sol, hay nubes, hay cielo, hay vida Que
cada Palabra traiga la primavera en su aliento El Libro se dice, se contradice, y
se desdice como si gobernado por una actividad amarilla tallara con su cuerpo
la reconciliación del silencio con la música Viviana
es un río buscándome en el ojo de las aves Como
cada árbol es en sí mismo espejo del bosque, así el Libro reflejará en sus
Palabras a mi prima bajo abedules respondiéndome estar embarazada del viento
Un
caballo de oro dibuja su viaje en mis pupilas y una gota celeste derramada hace
siglos sacia la sed de una boca sin rostro Mayo
no tiene árboles azules, pero a partir de hoy podrá tenerlos, y ésta Página que
jamás fue una acacia golpeado por los vientos del verano, ahora podrá serlo,
podrá serlo en este instante, podrá ser lo que ella quiera
Un
barco de fuego varado bajo la lluvia en un desierto asfaltado Un ojo amante de estrellas que
jamás han visto el mar, y no sabe, y yo sí que Andrómeda esta noche entrará en
su cama y dormirá en él para que llegada la hora de decir Abril conozca
íntimamente la perla que todos esperan Una
legión de tortugas pausadas en la orilla de ésta Página porque el mar que ayer
la rodeaba desapareció esta mañana, y esta mañana ha durado mil siglos
El
Libro es un gesto, una manifestación de amor encarnada Respuesta a lo que no tiene pregunta, el Libro
Hay
un cielo, hay un mar, hay una tierra y miríadas de abedules tapizan el
horizonte El Libro es
la reescritura de sí mismo Avanzamos
en el Libro proporcionalmente a la velocidad con que nos parecemos a Él
A
partir de hoy subiré al techo de mi casa a las seis de la tarde, subiré aunque
no esté en casa, o aunque mi casa no exista Atajar
la impresión sagrada del crepúsculo en las hojas de un abedul en otoño Que cada Página intente
completar la sombra del Libro Que
alguien sea dueño del nombre por el cual otro erróneamente le ha llamado Viviana ama el golpe de mariposas
que hace el cielo cuando desaparece recogiendo sus nubes, y es de día, y no hay
sol, y no llueve, y no hay nada, tan solo viento
Yo me celebro, y yo
me canto
y todo cuanto en mío
también es tuyo
pues, no hay una
Página del Libro que no te pertenezca
Walt Whitman, Cantos a mí mismo “I”
Cada
árbol posee una forma distinta de captar la luz, y de crecer en las tinieblas Sin embargo, todos acaban tarde
o no por someterse al fuego El
Libro se suicida para vivir, despierta para soñarse Que cada Página sea un rayo de sol a
medianoche Someterse
a las llamas implica una calma que solo quien ha muerto puede alcanzar, quien
ha muerto o quien sabe que algún día nacerá por primera vez y para siempre
De
noche en su isla, relámpagos rompen la cumbre de un abedul y lo devuelven a sus
raíces El Libro no
entrega lo perdido y difícilmente lo sugiere, sonríe con nuestros ojos y llora
con nuestros labios Toda
hoja de árbol es el rostro de quien estuvo allí, y lo recuerda
La
sombra de un árbol no es solo el espejo de su memoria, y aunque a ella dedique
todos sus anillos, también esculpe con música de soles estallando la forma como
el tiempo le ha enseñado a olvidarse Que
cada Palabra refute la esperanza de las anteriores para que el viento sea más
ligero en ellas Que
cada Página niegue al Libro para que su totalidad lo confirme El prado atardece, los
mares se separan, la tierra vuelve a elevarse
Someterse
al fuego, bañarse con fuego, respirar fuego, hablar, soñar, y no matarse, y no
matarlo, sin consumirse El Libro solo habla de sí mismo
porque su entorno solo habla del Libro Así
como la sombra de los árboles crece, o decrece, según la posición del sol, el
aliento del Libro aumenta, o disminuye, según la voz de nuestros ojos, según la
experiencia de nuestros labios Los
árboles también esculpen con su sombra su estilo de sometimiento
La
humildad de la Página será la de un sol sin cielo La violencia de la Página será la de un sol sin cielo Un
Libro que solo hable de árboles quizá termine por convertirse en uno ¿Si pudieras ser un árbol,
cualquier árbol, cuál serías? Un
abedul en llamas clavado en el desierto pidiendo en hebreo lo que destruye en
alemán, pero clavado, pero infinitamente clavado, pero infinitamente en llamas
Extender
ramas para captar la mayor cantidad de rayos solares con la cabeza en los
muslos de Viviana El Libro puede
ser cualquier árbol, pero solo uno, mientras ese uno se asemeje a todos, para
que cada Página absorba luz con la forma de sometimiento que elija Someterse no es doblegarse,
sino reconocer nuestros límites, donde locura y libertad se conjugan y son polos
opuestos ¡Oh, fronteras del sol! ¡Oh, sangrado del viento!
Anochece,
el prado adelanta su r, y la magnolia de los truenos escribe en las nubes un
viaje de árboles muriendo Reconocer
sus límites no es someterse, someterse es aceptarlos con alegría Que la Página sea la
irrepetible mirada de Viviana, esa muchacha triste y sonriente lectora de Bashô
y de Whitman a quien jamás conocí
Cada
árbol no solo posee distintas formas de captar la luz, también de disponerse,
de transformarla en agua, en anillos, en viento Amanece,
el golpe del sol comienza en nuestros ojos, despeja las tinieblas, mueve el
aire y suena, suena el sol saliendo de mis labios
EL SOL ES EL CENTRO DEL
UNIVERSO, LA TIERRA ES EL CENTRO DEL UNIVERSO,
Y EL UNIVERSO GIRA ALREDEDOR
DEL LIBRO, Y YO SOY EL UNIVERSO
Inclinarse,
humedecer la hierba, escuchar el viento, el giro, el año, el movimiento de los
mares, el aura pulcra de las estrellas Otórgame
¡Oh, Página! el tiempo de tu lectura – en blanco – el segundo fulminante de tu
existencia El tiempo
del Libro no es el tiempo del mundo, éste es su sustancia, pero no su límite Como
el árbol se somete a las estaciones, y no ellas al árbol, así el Libro con el
mundo, así el viento con la sangre Florezca
oro en los labios del esclavo – dice el otoño – florezca tiempo – dice el Libro Te creo, te destruyo, o te
destruyes, te prometo un comienzo y me alejo de ti
Que
cada Página sea un siglo Quizá
cada árbol no sea más que el reflejo simultáneo de otros en todas sus temporadas,
el recuerdo encarnado, la viva imagen de su muerte, una serie de adioses
imborrables y de encuentros inesperados a la luz de precipicios cruciales para
el desarrollo de su canción, y que de otro modo no hubieran sido posibles Cada Página un himno Cada Palabra una letanía
He
llegado a creer en el Libro, no como quien durante el viaje a la Mérida visita
un prado de narcisos, y lo abandona, ni como aquel que triste y eternamente
riega su plural muerte cotidiana al cerrar los ojos, al buscar el aire, sino
como el azul de un invierno en Maracaibo, o el espejo que al romperse
devolviera mis rostros multiplicados, mutilados, de libro incompleto, de
páginas en fuga
Cuando
los árboles elevan sus alas, la tierra los persigue
No mirando nosotros los Libros que se ven, sino los que no se ven;
pues los Libros que se ven son temporales, pero los que no se ven son
eternas.
San Pablo, II Corintios "4:18"
No
solo el sol entrega su amor a los árboles, también estrellas, apariciones y
soñadores obsequian su canción de kilómetros ardientes Que leer una Página equivalga a leer todo
el Libro Que una mirada
absorbida en Tel Aviv se refleje en quien abre el Libro en Maracaibo, en
Medellín, o en Chicago
Las
calles azulean, no hay sol, no hay estrellas, es solo el intercambio continuo
de pupilas adolescentes, femeninas y muertas, llegando de su futuro,
entregándome el retrato de un día que será, de un mundo que será sin mí Que cada Palabra estalle al término
de su pronunciación para que todos reciban la transferencia del fuego entre
Página y Página
Cuando
el Libro inscriba sobre su cuerpo la última Palabra que lo refuta por entero,
entonces una sola llama será cada Página y el Libro nunca más escuchará del
Libro, hasta el día donde 2 se reconozcan solo con verse al colmar con la luz
de su presencia la Página que en este instante alguien está abriendo
Cuando
sobre los árboles inciden haces de luz artificial: en vano los anillos, en vano
el viento
Viviana
vislumbra un paso de oboes violetas en su radio apagada Que cada Página contenga al Libro Que
cada Palabra lo niegue o lo revele Las
ramas buscan en el sol aquello que no recuerdan, que no fue suyo, que no
escucharon, que nunca olvidan Imprimir
en las nubes la sombra de los árboles implica tener un sol en los ojos Entonar nuestros latidos,
extendernos en su música
Todo
Libro es un rayo de sol encarnado, sensible Un
Libro que dedique su espacio de posibilidades al tiempo siempre se hallará a sí
mismo incompleto, y todo libro se entrega al tiempo La distancia entre 2 abedules dorados es
proporcional al ímpetu de su espera Subir
al autobús cuando el sol no existe y los faroles brillan hacia dentro, subir y
buscar en los asientos vacíos los ojos con los cuales soñamos al despertar
QUE POR CADA PALABRA TIEMBLE TODA LA TIERRA, TODO EL
MAR Y TODO EL CIELO
El
bosque nace con el árbol y muere con el árbol, pero el resplandor violeta de su
aroma permanece Una
Palabra: un Libro Pierdo
el cuerpo en el bosque, pierdo el alma en el bosque, y suavísimamente me
encuentro en el bosque, sin ayer, sin mañana, pero ahíto de un hoy irresistible
El
Libro como la eternidad se hace más joven cada día
Cuando
una nueva dimensión se abre, cuando cerramos los ojos de golpe bajo una cascada
por el brillo desvergonzado de sus dedos, y al abrirlos, a causa del grito no
gritado, nos deslumbra ¡Oh, Palmera de lino! la marea hirviente del mediodía,
entendemos que podemos olvidarnos en el paso de una Página a Otra, y tal muerte
nos excita, al punto de leer, letra por letra, la mística del río acerca de sus
lindes
El
Libro se traiciona a sí mismo para encontrarse, o perderse, dependiendo de la
distancia entre el fuego y la luna, después de todo su escritura es ya una
traición El Libro
puede abordar cualquier tema y se preocupa porque ese que eligió (o lo eligió a
él) revele el sistema de todos los otros Pongamos
un invierno en la cocina El
Libro ¿traiciona o salva al tiempo?
Mi mamá me mima
Mi papá lima la pipa
Y
aunque repetirlo no cierre la herida (ni la abra) básteme una lluvia para
rebobinar todas las tormentas
Que
el Libro ignore su origen para que buscándolo lo invente
El
Libro no destruye la estructura del tiempo, la estremece, pero no la destruye,
la deja temblando, y húmeda, encima de violetas de playa El Libro reescribe toda su experiencia, la dimensión
azul de sus posibilidades, y luego reescribe esa rescritura como una furiosa
vela llameando en la pupila de un huracán
Avanzamos
en direcciones opuestas a nuestros objetivos, pero, ¿No es el comienzo el fin
de nuestra autoexplotación autoexploración?, entonces, ¿No es igual de
cierto, que en todos los puertos un cuerpo soñado nos espera para brindarnos
increíbles experiencias, y llegada la hora de la despedida, sentir o no, si
tenemos alma?
No
seré exilado en otro espacio que no sea en los gritos de mi parto
¿A
cuál infancia volveremos, si no es a aquella, donde luz & sombra no se
habían separado? Marcharé
de nuevo entre árboles que me darán la breve eternidad que gozan, y necesito,
para perderme una vez más El
cuerpo del árbol es su idioma, la desesperación de su lenguaje El azar milagroso que une
el cuerpo a su lengua de un modo inquebrantable quizá sea Poesía
Esta
voz no es mía, es del Libro, quedará en Él cuando yo me vaya, en ti quedará
cuando de Él te vayas, y cuando de ti vayas, y la tierra desaparezca, otras
voces vendrán desde todas partes
LA TIERRA ES EL LIBRO DE LOS ÁRBOLES QUE
CADA MONTE SEA COMO UNA PÁGINA EN BLANCO
El
Libro sale del Libro para que la sombra de los árboles entre; al final de su
pronunciación, al término de su última Palabra, el Libro ansioso espera oírse
por completo, cerrar con música su herida, su corona de crepúsculos Como
el árbol refleja al bosque, así el bosque a todos los bosques, pero, ¿quién
refleja al reflejo?, ¿quién escribe su escribir? Yo
he
borrado todas mis Palabras al intentar pronunciarlas
¿Cuántos
ojos de Libro han quedado hinchados de una esperanza imposible de satisfacer en
los alrededores de las últimas Páginas? Yo
también he sentido esperanza, pero esperanza en la incertidumbre de ser leído
por completo, de oír cada átomo de mi sangre en tus labios
Sobre
el mar se refleja el viaje de las nubes, el paso de las aves Entre los árboles, el mar, es
el más cercano al cielo, no porque lo busque, sino porque lo abarca, lo hechiza
y lo confunde
Viajar
en el Libro, por el Libro, y desde el Libro El
Libro, principio y fin de toda lectura
No
recibiré el Libro que esté dispuesto a escribir, sino aquel que esté dispuesto
a perder Que las Palabras
pasen como el vilano en el estío de su lectura, mil años antes, o mil luego, de
ser escritas; como el vilano, como una ráfaga poderosa de esporas de arcoíris
rosadas La zona no
escrita del Libro es la más ruidosa, es allí, donde los engranajes imaginarios
se imantan, es allí, donde el silencio tiene prohibida la entrada porque las
Palabras [allí usadas] no son de este mundo
Quizás
en la semilla: el árbol, y en su follaje imprevisible: todos los colores de una
primavera La Página en
blanco no está vacía, la tierra todos los días vuelve a ser virgen como el
cielo Si una Palabra
puede ser remplazada por Otra, entonces ninguna merece ser escrita Las Palabras, y no las Páginas,
son el espíritu del Libro, y solo sorprende que existan Páginas en blanco y no
vacías, y Páginas repletas de nada Los
árboles son la actividad del bosque, Palabras infinitas de un Libro limitado, o
expandiéndose en la desesperación de su sombra El
bosque: espíritu de la tierra
Revélame,
Viviana, ¿Qué fuerza expande mis facciones, y las oprime? ¿Quién es la madre de
mi sonrisa, y quién el amo de mis lágrimas?
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