viernes, 27 de junio de 2025

SANDRA AGUILAR: Poesía Actual Salvadoreña

Sandra Aguilar. (San Salvador, El Salvador, 1984). Ha publicado Tal vez sólo es tarde (Índole, 2013) y El invierno soy yo (Editorial Ojo de Cuervo, 2022). Incluida en las antologías: 90 años de poesía en El Salvador, Revista Cultura: Nº 94, Memorias de La Casa: 25 poetas, selección de Mario Zetino, (Índole, 2011); Memorias de La Casa: 12 narradores, selección de Salvador Canjura (Índole, 2012); Segundo Índice Antológico de la Poesía Salvadoreña, compilación de Vladimir Amaya (Índole, 2014); Poeta Soy: poesía de mujeres salvadoreñas (Biblioteca Básica Escolar volumen 11, Ministerio de Educación, 2019), Jardín de Sangre, 10 poetas salvadoreñas contemporáneas, selección de Susana Reyes y Stéphane Chaumet (Editorial Escarabajo, 2020).

De El invierno soy yo (2022).


I

Ojalá que las camas vacías no despierten este enero 

Ojalá que después de tanta fiebre queden frases que decir sobre la tumba, 

que la piedra no olvide el golpe desnudo de los pies  que la recorren 

Ojalá que al menos haya brisa que abrazar  

y no desierto.


IV 

Hoy, más que nunca, pesa la rabia en las manos 

la ausencia anticipada, inesperada, injusta 

Hoy, más que nunca, pesa la muerte en las pupilas, 

en la impotencia de este cuerpo entumecido, 

mudo, 

resignado.


Creo que es abril todos los meses 

creo que tus manos estremecen mis rodillas 

mis muslos, 

mis entrañas  

Creo que la lluvia ha dejado caer su frío en nuestra espalda 

Es diciembre en la pared 

pero la luna sigue siendo abril.


VIII

He perdido la cuenta de la luna en la que estamos

de las que fuimos,

de las que huimos,

de las que fueron ayer,

las que se fueron

las que ya no están.

He perdido la cuenta de nosotros.


XVII

Hoy no sé cuál es la voz que salta en mi cabeza

hoy no sé quién hace que caminen mis zapatos

hoy no calzo mis pies

ni mis deseos

Hoy no soy más.


XX

Apenas martes y ya parece invierno

otra vez,

aunque la lluvia aún no nos moje

El rocío imaginario ha humedecido nuestros huesos

y apenas martes,

y apenas julio

y apenas yo.


XXIX

Pienso en el hielo que se forma al pasar de los inviernos

la sal que se desliza a lo ancho de mi espera

No quisiera partir y comenzar de nuevo

no quisiera partir

No

No quisiera pensar de nuevo en el invierno

vestirme de sal a tus espaldas

gemir de vez en cuando para asomarme media vida

No quisiera ser invierno

ni pensar en la lluvia o en la sal o en la espera

No

Pero el invierno se ha posado en mis recuerdos

y se pasea, salado, por la esquina de mi mesa, mi cama,

mis abrazos

El invierno soy yo.


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